Estados Unidos insiste en que España debe aumentar su gasto en defensa al 5 % del PIB, sin excepciones. Pedro Sánchez mantiene que España solo llegará al 2 %, defendiendo el Estado del bienestar.
La mayoría rechaza subir impuestos para gasto en defensa, pero apoya aumentos para sanidad. Perciben estabilidad personal, aunque ven la economía nacional en deterioro.