Un análisis sobre las razones y estrategias para mantener a raya el hambre

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15/01/2024 - 11:45
Chico con cubiertos

Lectura fácil

Es común experimentar un repentino apetito unas horas después de una comida abundante, especialmente si incluye alimentos refinados, ricos en azúcares o carbohidratos. El profesor Tim Spector sugiere que este hambre podría deberse a una baja de azúcar, ya que estos alimentos generan picos de glucosa en la sangre.

Según una investigación de Spector y su equipo, aproximadamente uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres experimenta regularmente estos bajones de energía y humor después de comer.

Un estudio que descifra los alimentos y el deseo repentino de comer

Es bastante común experimentar un repentino deseo de comer aproximadamente dos horas después de una comida abundante, especialmente cuando se han consumido alimentos refinados, ricos en azúcares o carbohidratos. 

El profesor Tim Spector, cofundador científico de Zoe, sugiere en Vogue que este intenso hambre podría ser resultado de una disminución en los niveles de azúcar en la sangre, ya que estos alimentos generan picos de glucosa. Su investigación reveló que alrededor de uno de cada tres hombres y una de cada cuatro mujeres experimentan regularmente estos descensos de energía y ánimo después de comer.

Esta situación lleva a las personas que experimentan estas caídas a realizar la siguiente comida aproximadamente "30 minutos antes" que aquellas que no las experimentan, según señala el profesor. Además, el primer grupo tiende a consumir, en promedio, 300 calorías más durante el día.

Para evitar estas caídas de azúcar que, además de desencadenar ese repentino deseo de comer, también afectan nuestra energía y estado de ánimo, los expertos recomiendan seguir algunos consejos, según informa la revista Vogue.

Otra posibilidad es que, al aumentar tu ingesta calórica, también incrementes tu actividad física, lo que resulta en una quema de calorías superior a la cantidad que consumes, llevando a la pérdida de peso. Sin embargo, si estás preocupado por tu peso o tu salud, es crucial hablar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente de la pérdida de peso y cómo abordarla de manera saludable.

¿Cómo podemos combatir el hambre repentina y continua?

Combatir el hambre constante implica aprovechar la alimentación como una herramienta poderosa, según el consejo del profesor Spector. Él mismo optó por cambiar su muesli matutino por un yogur desnatado con frutos secos y semillas, lo que le permitió mantenerse sin picar hasta el almuerzo. El experto también sugiere incorporar grasas saludables, fibra y/o proteínas en las comidas para prolongar la saciedad.

Otra recomendación es incluir electrolitos en la dieta, ya que, según Rhian Stephenson, nutricionista y fundadora de Artah, son esenciales para el correcto funcionamiento del organismo y afectan aspectos que van desde la cognición y el estado de ánimo hasta la energía y el apetito.

Además, la práctica diaria de ejercicio físico juega un papel crucial. Stephenson destaca que la masa muscular actúa como un depósito de azúcar, extrayéndose del torrente sanguíneo para utilizarla como combustible. Sin esta masa muscular, eliminar el exceso de azúcar en sangre se vuelve más difícil.

Beneficios de una buena alimentación

Comer de manera saludable no solo es fundamental para mantener un peso adecuado, sino que también aporta una serie de beneficios significativos para la salud y ayuda a mantener el hambre a raya. Una alimentación balanceada, rica en nutrientes, proporciona la energía necesaria para las actividades diarias y contribuye al bienestar general.

La ingesta adecuada de vitaminas, minerales y antioxidantes provenientes de frutas, verduras y alimentos integrales fortalece el sistema inmunológico, protegiéndonos contra enfermedades. Además, una dieta equilibrada promueve la salud cardiovascular, regulando los niveles de colesterol y la presión arterial.

Al comer alimentos con un índice glucémico bajo, como granos enteros y legumbres, se estabiliza el azúcar en sangre, evitando los picos repentinos. Incorporar proteínas magras y grasas saludables también ayuda a mantenernos saciados por más tiempo.

La alimentación consciente, centrada en disfrutar de cada bocado y reconocer las señales de saciedad, puede contribuir a controlar las porciones y evitar el consumo excesivo de calorías. En resumen, una dieta balanceada no solo nutre nuestro cuerpo, sino que también actúa como una herramienta efectiva para mantener el hambre bajo control y favorecer un estilo de vida saludable.

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