Greenpeace advierte que en España se ha perdido más del 60% de los humedales en el último siglo, principalmente debido a la acción humana como la agricultura y ganadería intensivas y el cambio climático.
El aumento de la salinidad en los hábitats de agua dulce, como ríos, lagos y humedales, representa una amenaza global para la conservación de la biodiversidad y los ecosistemas naturales en todo el mundo.