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Elon Musk, reconocido empresario detrás de Tesla y otras compañías tecnológicas, continúa innovando con su empresa Neuralink, que busca una conexión más directa entre el cerebro humano y las máquinas a través de implantes cerebrales.
Recientemente, Neuralink ha dado un salto importante al mostrar implantes cerebrales casi invisibles que permiten controlar videojuegos únicamente con el pensamiento. La compañía presentó al primer paciente equipado con uno de estos chips, capaz de jugar ajedrez sin necesidad de usar las manos.
Implantes cerebrales de Neuralink cambian la forma de jugar
Este avance marca un antes y un después en la industria del entretenimiento digital, que hasta ahora había centrado su evolución en mejoras gráficas o en el hardware de las consolas. Ahora, la interacción con los juegos da un giro radical, superando incluso innovaciones como el “modo ratón” del mando de Nintendo Switch 2, al permitir controlar toda la experiencia mentalmente.
Los implantes cerebrales de Neuralink ayudan a personas que tienen problemas para moverse. En los videojuegos, han probado esta tecnología con dos personas que tienen tetraplejia. Gracias a los implantes, han podido usar internet, manejar un ordenador y jugar juegos como Counter-Strike 2, Vampire Survivor y Civilization IV.
Otra persona con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), que no puede moverse, logró editar videos y subirlos a YouTube usando solo su pensamiento para controlar el ordenador.
La tecnología de los chips de Neuralink se implanta directamente en el cerebro.
Aunque pueda parecer un detalle menor, el nombre Neuralink ya refleja claramente sus objetivos. La compañía se dedica a crear implantes cerebrales tecnológicos que se insertan en el cerebro y que, desde el exterior, son invisibles: aunque una persona lleve uno, nadie podría notar su presencia.
Enero de 2024 fue un momento clave para la empresa en cuanto a avances tecnológicos: fue entonces cuando se implantó el chip N1, uno de los implantes cerebrales más avanzados, en el primer paciente con tetraplejia, quien incluso logró jugar a Counter-Strike 2 gracias a esta innovación.
Para imaginarlo, pensemos en un implante del tamaño de una moneda. En esa pequeña superficie hay un total de 1.024 electrodos, conectados a 64 cables extremadamente delgados. Estos cables se enlazan directamente con la corteza motora del cerebro, que se encuentra en la parte externa del órgano.
Los cables captan los impulsos eléctricos específicos de esa área del cerebro y, gracias a la tecnología integrada en el procesador, esas señales eléctricas —que corresponden a los pensamientos— se convierten en instrucciones que luego se traducen en comandos dentro de interfaces virtuales. Esto no solo sirve para videojuegos, sino también para manejar navegadores de internet o software de edición.
Aunque Neuralink fue fundada en 2016 —y para 2025 ya cuenta con nueve años de trayectoria—, y algunos usuarios ya pueden controlar computadoras con la mente gracias a los implantes cerebrales, en realidad esto representa apenas el inicio de un proyecto a muy largo plazo. Además, Elon Musk no está solo en esta aventura.
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