La reciente escalada de violencia en Oriente Medio ha ejercido presión sobre la economía española, que se proyecta crecer solo alrededor del 1 % en 2024. Los precios del petróleo han generado preocupaciones.
La inflación en España ha aumentado los precios de alimentos básicos como pescado, carne y aceite. Los españoles gastan más en la compra, reduciendo el consumo de frutas y verduras frescas.
El precio del aceite de oliva en España ha aumentado significativamente debido a malas cosechas, la sequía y la especulación en la cadena de suministro.
El aumento de precios y tipos de interés está afectando la economía española. Aunque la inflación impulsó el crecimiento en el segundo trimestre, la vida es costosa y muchos luchan por llegar a fin de mes.
La riqueza mundial se ha visto afectada por la inflación generalizada y la apreciación del dólar, provocando una caída que no se registraba desde 2018.