Las mujeres con discapacidad ganan un 14 % menos que el resto: la doble brecha salarial

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20/04/2025 - 08:00
Hombre y mujer con discapacidad en un banco

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Según datos del IMSERSO, el empleo de las mujeres con discapacidad ha mejorado notablemente en los últimos años, su tasa de actividad de ocupación se ha elevado un 6,3 % -hasta el 28,5 %- y la tasa de actividad un 4 %, hasta el 35,1 %, acercándose a la masculina, que es del 35,8 %.

Sin embargo, aunque no hay que negar la evolución positiva, tampoco se puede obviar que los datos de empleo de las mujeres con discapacidad están lejos de ser dignos de celebrar, pues apenas 1 de cada 4 de las más de 840.000 mujeres con alguna discapacidad en edad de trabajar tiene un contrato.

Además, según alertan desde Eurofirms Foundation, la brecha de contratación entre un hombre sin discapacidad y una mujer con discapacidad alcanza el 31 % y el 59 % de estas mujeres han experimentado discriminación en el ámbito laboral debido a su condición.

La discriminación salarial afecta más a las mujeres con discapacidad

Las mujeres con discapacidad enfrentan una doble discriminación en el mercado laboral: por ser mujeres y por tener una discapacidad. Según estudios recientes, su salario es un 14 % inferior al de las mujeres sin discapacidad y hasta un 20 % menor en comparación con los hombres sin discapacidad. Esta diferencia pone en evidencia la desigualdad estructural que sigue existiendo en el ámbito laboral.

A pesar de los avances en políticas de inclusión, la brecha salarial persiste debido a factores como la precariedad de los empleos ofrecidos, la falta de accesibilidad en los puestos de trabajo y la discriminación en los procesos de selección. Muchas mujeres con discapacidad tienen más dificultades para acceder a empleos bien remunerados y estables, lo que impacta directamente en su calidad de vida.

Factores que explican la doble brecha salarial

  • Mayor tasa de empleo precario: Suelen trabajar en sectores con sueldos más bajos y contratos temporales.
  • Dificultades de acceso al empleo: Muchas empresas no ofrecen adaptaciones para garantizar su inclusión.
  • Falta de promoción profesional: En muchos casos, estas mujeres encuentran más barreras para ascender en sus trabajos.
  • Menor formación académica y oportunidades: La falta de accesibilidad en la educación influye en su preparación para empleos mejor remunerados.

Además, se enfrentan a estereotipos que refuerzan la idea de que tienen menos capacidad productiva, lo que limita aún más sus oportunidades laborales.

Cómo reducir la desigualdad salarial

Para cerrar la doble brecha salarial, es necesario impulsar políticas de inclusión laboral más efectivas:

  • Mayor fiscalización en las empresas: Se deben garantizar sueldos justos y condiciones de trabajo equitativas.
  • Fomentar el acceso a la educación y formación profesional: Programas específicos pueden mejorar sus oportunidades laborales.
  • Incentivos para la contratación de mujeres con discapacidad: Ayudas económicas o beneficios fiscales pueden motivar a las empresas a contratar y promover su desarrollo profesional.
  • Sensibilización social y empresarial: Es fundamental cambiar la percepción sobre la capacidad y el talento de estas mujeres en el mundo laboral.

Eliminar esta desigualdad no solo beneficiaría a las mujeres con discapacidad, sino que también impulsaría una sociedad más justa e inclusiva.

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