
Lectura fácil
Un grupo de orcas en el mar de Salish ha revelado un comportamiento inesperado: utilizan algas para frotarse entre sí, en una práctica que podría estar relacionada tanto con el cuidado de la piel como con el fortalecimiento de los vínculos sociales. Este hallazgo ofrece una nueva mirada sobre la complejidad de estas criaturas marinas.
Un comportamiento sorprendente entre orcas
En las frías aguas del mar de Salish, ubicado al noroeste de Estados Unidos, se ha documentado un comportamiento inusual y fascinante por parte de las orcas. Un grupo de investigadores ha observado cómo estos mamíferos marinos utilizan algas de una manera que va más allá del simple juego y es que se frotan entre ellos con los tallos de estas plantas marinas, lo que parece tener tanto una función higiénica como social.
Este hallazgo proviene de un estudio realizado por el Centro de Investigación de Ballenas (CWR), en colaboración con la Universidad de Exeter, en el Reino Unido. A través de grabaciones obtenidas por drones, los científicos han podido analizar en detalle esta interacción entre las orcas, revelando matices que antes pasaban desapercibidos.
Lo que hace particularmente llamativa esta conducta es que las orcas no solo recogen las algas de forma casual, sino que seleccionan cuidadosamente los tallos, los recortan y los utilizan con sus compañeros. Se ha observado cómo colocan las algas entre sus cuerpos y las enrollan entre sí, en una acción coordinada y repetida que puede durar varios minutos.
A este comportamiento los investigadores lo han bautizado como allokelping. Lo describen como una forma cooperativa de frotamiento con algas que implica a dos o más individuos. No se trata simplemente de rozar el cuerpo contra una superficie, sino de una interacción en la que ambos animales participan activamente.
Más que juego: salud y vínculos
Aunque ya se sabía que varias especies de cetáceos juegan con algas o las usan para rascarse, lo observado ahora parece tener una función más compleja. Por un lado, el frotamiento podría ayudar a eliminar células muertas y parásitos, beneficiando la salud de la piel. Algunas especies de algas, como las algas pardas, tienen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, lo que refuerza esta teoría.
Por otro lado, el allokelping también cumple un rol social. Se ha detectado que este tipo de interacción es más frecuente entre individuos que están emparentados por línea materna o que tienen edades similares. Este dato sugiere que la actividad podría reforzar los lazos afectivos dentro del grupo.
Una población única en riesgo
Las orcas del mar de Salish no son cualquier grupo. Esta comunidad, que actualmente cuenta con apenas 73 individuos, constituye una población genéticamente distinta, con características ecológicas y culturales propias. El allokelping es solo una muestra más de la complejidad social de estas orcas.
Sin embargo, el ecosistema que sustenta esta práctica está amenazado. El cambio climático está afectando la abundancia de algas marinas, lo que podría poner en peligro no solo la salud de estos animales, sino también sus tradiciones culturales. Como subrayan los investigadores, con la posible desaparición de este grupo no solo se perderían ejemplares, sino también un sistema social rico y único.
Añadir nuevo comentario