Las personas sordas reivindican sus derechos laborales

La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) exige la puesta en marcha de medidas “urgentes” para salvaguardar los derechos laborales de este colectivo durante la crisis sanitaria y asegurar su:

  • Empleabilidad
  • Mantenimiento de su puesto de trabajo
  • Seguridad personal en su práctica profesional

Así lo ha hecho público la entidad en un manifiesto en el que insta a eliminar la desigualdad que afecta a este colectivo en el ámbito laboral.

Las personas sordas tienen derechos laborales, y se reclama su seguridad en el trabajo

“Las nuevas políticas públicas para un mercado de trabajo dinámico, resiliente e inclusivo, no pueden dejar atrás a las personas sordas, afirma el CNSE.

En el documento, la CNSE propone que se elimine “cualquier prejuicio y estereotipo” acerca de las este colectivo, y que se apueste por sus capacidades y aptitudes “más allá de cuanto oigan o como hablen”.

En este sentido, recuerda a empresas y a entidades públicas su obligación de adaptar el puesto de trabajo a las circunstancias de cada profesional sordo

Pues deben asegurarles una comunicación que no ponga en riesgo su salud y que contemple el acceso a servicios de interpretación y a cualquier otra medida de accesibilidad que se requiera.

“Son muchas las personas sordas que a diario nos trasladan que el uso de mascarillas, la falta de adaptación de plataformas de teletrabajo para mantener reuniones virtuales, y la escasa accesibilidad en el entorno laboral, sea este digital o presencial, están dificultando su comunicación y causándoles problemas de ansiedad”, afirma la entidad.

El otro gran eje de reivindicación de la confederación es la necesidad de disponer de una oferta de formación accesible para las personas sordas, un punto de partida imprescindible para que lograr un empleo digno y cualificado “deje de ser una meta inalcanzable”.

Para ello, solicita que se garantice el acceso a la lengua de signos y a cualquier otra medida de accesibilidad en los cursos de formación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), así como en la formación continua de las empresas.

En esta línea, la entidad reclama que se ponga a disposición de los opositores sordos las adaptaciones que sean necesarias durante las pruebas de acceso al empleo público, sin que para ello se requiera un informe médico preceptivo, y que no se les discrimine por llevar o no audífonos o implantes cocleares, ni por utilizar la lengua de signos.

Asimismo, solicita que se bareme el conocimiento de esta lengua en el acceso al empleo público de estas personas y en la provisión de puestos de trabajo con tareas de atención directa al público.

Luchando por la igualdad de oportunidades

En lo que se refiere a la promoción laboral, la Confederación Estatal de Personas Sordas exige que se reconozca y regule el perfil profesional de este colectivo pero en su rama especialista en lengua de signos y que se mejoren sus condiciones laborales.

De igual forma, pide que se elimine la restricción que tiene este colectivo para acceder a la obtención de los permisos del grupo 2 y que se revise la normativa de prevención de riesgos laborales para evitar barreras innecesarias en el acceso al empleo de este colectivo.

Por último, el manifiesto rechaza cualquier forma de discriminación por motivos de edad, sexo o cualquier otra cuestión, y aboga por favorecer el acceso al empleo de las mujeres sordas, los jóvenes sordos, y las personas sordas mayores de 50 años, para que “puedan ampliar sus perspectivas laborales”.

La búsqueda de empleo no suele ser fácil

Encontrar un empleo adaptado a tus posibilidades y necesidades es una tarea costosa. Para las personas con algún tipo de discapacidad auditiva lo es aún más. No todas las ofertas de trabajo se adecúan a sus características auditivas sin que pueda significar un problema.

Hoy en día, tener una discapacidad auditiva (leve, moderada, severa o profunda), es cada vez más habitual. Y adquiere, una mayor visibilidad en la sociedad. Los estudios vienen a demostrar que, en los próximos años, tanto jóvenes como personas de avanzada edad sufrirán pérdida de audición. Los primeros, debido a las malas prácticas y hábitos respecto al ruido y al volumen del sonido; y las personas mayores debido al paso inevitable de la edad.

Trabajar para que todas las personas tengan acceso a su empleo es una tarea de todos. De organismos públicos, de empresas de contratación y también del compañerismo en el momento de la accesibilidad de esa persona a su entorno laboral.

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