Una mayoría aplastante de la población exige que las petroleras y empresas de combustibles fósiles contribuyan con impuestos para reparar los daños ambientales que han causado durante décadas.
El gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha revocado los permisos de varias empresas, incluidas Repsol y Chevron, para exportar crudo venezolano.
Desde la ONG ecologista Greenpeace alertan de que las grandes petroleras de la UE no reducen sus emisiones contaminantes, poniendo en peligro la vida de todo el planeta.