En verano, es importante tener precaución al usar lentes de contacto en la piscina. El agua de la piscina puede contener cloro y gérmenes que pueden causar infecciones oculares.
Con el verano solemos pasar más tiempo en la piscina y en la playa, lo que hace que nuestra piel cambie, como en el caso de los dedos arrugados. Según las teorías, se trata de una técnica de adaptación.
La llegada del verano solo significa una cosa: piscina y playa. Por eso, sobre todo en el primero de los casos, es importante tener en cuenta algunos consejos para evitar que sustancias químicas como el cloro afecten a nuestra salud.