El PSOE carga contra Ciudadanos

El PSOE se inclina por Unidas Podemos para formar gobierno, pero sin coalición para responder a lo que le reclama su militancia.

El presidente retomará el diálogo sobre Cataluña "donde se dejó", sin descartar el relator.

El PSOE aleja un pacto con Ciudadanos

Ábalos recuerda que Ciudadanos ha perdido las elecciones y Calvo aleja una coalición con Unidas Podemos. Ferraz sigue en modo campaña y decidirá tras el 26-M.

El PSOE quiere dejar pasar los días para la investidura, aunque su balanza parece estar ya bastante inclinada hacia Podemos, aunque sin la coalición de Gobierno que exige Pablo Iglesias.

Para Ciudadanos, ayer solo tuvo comentarios despectivos. Un día después de las elecciones, la ejecutiva federal del PSOE ha hecho un primer análisis de los resultados. Así, se ha mantenido centrado en que Pedro Sánchez debe gobernar en solitario.

Apoyos para la investidura

A la hora de buscar apoyos para la investidura, parece clara la preferencia de Unidas Podemos sobre Ciudadanos, partido al que el PSOE sigue vinculando a PP y Vox y del que no espera más que no "obstruya".

El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ha apuntado que "tenemos muy claro lo que piensa nuestra militancia", que el domingo coreaba a las puertas de Ferraz "Con Rivera, no". "Quien ha perdido las elecciones es Cs, a ver si asumimos cada uno nuestro rol", ha recordado al término de una primera reunión postelectoral.

El rechazo del PSOE a Ciudadanos está más en los gritos escuchados este domingo en la calle Ferraz que en las palabras de Sánchez, que aseguró que afronta esta etapa "tendiendo la mano" a todos los partidos con la Constitución como "única condición". 

La opción de pactar un Gobierno estable de 180 escaños con Cs no ha mejorado la imagen que tienen de Rivera

"Ni siquiera han ganado las primarias internas", ha apuntado el dirigente socialista sobre la pugna en el centro derecha. "¡No ha sorpassado al PP", ha insistido insistió y ha arremetido contra el "empecinamiento" de la portavoz naranja, Inés Arrimadas, por seguir tratando a Sánchez de "peligro público".

Por su parte, Albert Rivera no ha hanlado con Sánchez. Sí lo hicieron Pablo Casado e Iglesias, este último para insistirle en entrar en un Gobierno de coalición. Sánchez "tomó nota pero no le dio respuesta".

El PSOE apuesta por reeditar el Pacto del Botanic en la Comunidad Valenciana pero descarta algo similar a escala nacional. "España no ha pasado nunca por una experiencia de coalición y no ha tenido siempre mayoría absoluta", ha zanjado Ábalos.

Los planes del PSOE

Pedro Sánchez apuesta por un gobierno en solitario, ahora con 123 escaños, 39 más de los que tenía hasta ahora. Hablará con "todas las fuerzas" para la investidura con criterios de "justicia social de inspiración socialdemócrata y respeto a la Constitución".

Si no le apoyan, los socialistas esperan al menos que no "obstruyan", incluidos PP y Cs.

El PSOE cree que deberían permitir que gobierne quien ha ganado las elecciones. "Habrá que preguntar al resto si están dispuestos a dejar gobernar a la fuerza más votada", ha dicho el número 3 de un partido cuyo líder, Pedro Sánchez, se hizo famoso por el "no es no" a la investidura de Mariano Rajoy.

El PSOE no está dispuesto a "presionar" ni "desestabilizar" para lograr apoyos.

Retomar el diálogo en Cataluña

Ábalos afirma que lo que todos los partidos tienen interiorizado desde hace meses, que hasta después de las elecciones europeas, pero sobre todo municipales y autonómicas del 26 de mayo, no habrá grandes movimientos y mucho menos eventuales pactos.

Una vez haya un nuevo Gobierno, previsiblemente presidido por Sánchez, uno de los propósitos del PSOE seguirá siendo "intentar solucionar los problemas territoriales", retomando el diálogo en Cataluña y "donde se dejó", ha dicho Ábalos, que si bien ha apostado por el Parlament como el marco adecuado, no ha descartando tampoco una mesa con representantes de la sociedad civil o la polémica figura del relator.

Es muy posible que Sánchez no necesite al separatismo catalán o al nacionalismo vasco para completar una legislatura de cuatro años gobernando en solitario, como transmitió ayer la dirección del PSOE.