En España, 4.3 millones de personas tienen discapacidades, algunas invisibles como el autismo. Estas carecen de signos físicos y enfrentan discriminación.
Entra en vigor una nueva normativa en la que se ha acordado dejar de considerar a los animales como "bienes inmuebles o cosas", para que ahora, sean reconocidos como "seres sintientes" o seres vivos llenos de sensibilidad.