La guerra en Ucrania lleva más de 1.000 días, con más de 2.400 niños muertos o heridos. Muchos niños viven con miedo, sin acceso a servicios básicos y en lugares peligrosos.
La preocupación global aumenta porque Rusia se retiró del tratado que controla el arsenal nuclear y amenaza a Europa por la cantidad de armas nucleares potentes que posee en activo el país.
El genocidio es uno de los actos más despreciables, por eso desde las Naciones Unidas buscan recordar a las víctimas para honrarlas y prevenir estos actos atroces.
El presidente de EE. UU., Joe Biden, aprobó por primera vez el uso de misiles de largo alcance ATACMS por parte de Ucrania, con el objetivo inicial de atacar tropas rusas y norcoreanas en la región de Kursk.
Rusia invadió Ucrania hace 1.000 días con la intención de conquistar Kiev rápidamente, pero la resistencia ucraniana, apoyada por Occidente, evitó su victoria.
En Krivói Rog, un ataque mató a tres niños y a su madre, dejando al padre como único sobreviviente. Los niños en Ucrania viven con miedo constante, escondiéndose de las explosiones.