Estas son las enfermedades más comunes durante el verano

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21/07/2025 - 15:30
Evita las enfermedades en el verano

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Con la llegada del verano, el aumento de las temperaturas trae consigo nuevas actividades y momentos al aire libre, pero también ciertos riesgos para la salud que es importante conocer. Golpes de calor, quemaduras solares o intoxicaciones alimentarias son algunas de las afecciones más frecuentes durante esta época. Estar informado y tomar precauciones simples puede ayudarte a disfrutar del verano con bienestar y seguridad.

Cómo proteger tu salud durante la época más calurosa

Con la llegada del verano, los días se alargan y las temperaturas aumentan, haciendo que muchas personas salgan a disfrutar del aire libre, las piscinas y las actividades propias de la temporada. Sin embargo, estos meses también traen consigo ciertos riesgos para la salud que no deben pasarse por alto. Estar informado y tomar precauciones sencillas puede marcar la diferencia y ayudarte a mantenerte bien durante toda la estación.

Cuando el termómetro supera los 35 grados, el cuerpo puede tener dificultades para regular su temperatura. Esto puede causar agotamiento por calor o, en los casos más graves, un golpe de calor. Los síntomas más comunes incluyen mareos, piel enrojecida y caliente, fatiga y náuseas.

Las personas mayores, los bebés y quienes realizan trabajos físicos al sol son especialmente vulnerables. Para prevenirlo, es fundamental mantenerse hidratado, evitar el ejercicio físico en las horas centrales del día y buscar lugares frescos o con sombra siempre que sea posible.

Piel en riesgo: no todo es bronceado

Tomar el sol sin protección puede tener consecuencias inmediatas, como enrojecimientos o quemaduras, pero también puede producir daños acumulativos a largo plazo. La exposición solar sin precauciones durante el verano aumenta el riesgo de envejecimiento prematuro de la piel y de enfermedades como el cáncer cutáneo. La aplicación diaria de crema solar con un alto factor de protección, además del uso de gafas, gorras y ropa adecuada, es clave para disfrutar del sol de forma segura.

Ambientes húmedos: alerta con las infecciones

Durante el verano, el calor y la sudoración constante favorecen la aparición de infecciones fúngicas, especialmente en los pies, la zona inguinal y las axilas. Estas infecciones se manifiestan en forma de enrojecimiento, picor o descamación. Para evitarlas, se recomienda usar calzado ventilado, ropa ligera de algodón y mantener una buena higiene diaria. También es aconsejable secarse bien después del baño, prestando atención a los pliegues de la piel.

Comidas y calor: una combinación delicada

Las altas temperaturas afectan también a la conservación de los alimentos. Es más fácil que los productos se estropeen, lo que puede ocasionar intoxicaciones alimentarias si se consumen en mal estado. Para minimizar riesgos, es importante mantener la cadena de frío, evitar dejar alimentos perecederos fuera del frigorífico y seguir buenas prácticas de higiene al cocinar. Además, cuando se come fuera de casa, conviene optar por lugares que garanticen una correcta manipulación de los productos.

Un verano más saludable es posible

Disfrutar del verano no está reñido con cuidar la salud. De hecho, tomar precauciones básicas ayuda a prevenir problemas que pueden arruinar las vacaciones. En épocas de calor intenso, es aún más importante estar atentos y actuar con sentido común. Prevenir es siempre mejor que curar.

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