El volcán Kilauea, uno de los más activos del mundo, ha vuelto a entrar en erupción en su cráter Halemaʻumaʻu, liberando impresionantes fuentes de lava.
Bajo la región de Afar (Etiopía) hay una columna de manto caliente que asciende en pulsos rítmicos. Este movimiento influye en la separación de las placas tectónicas, lo que podría originar un nuevo océano en África en millones de años.
El volcán Uturuncu, en Bolivia, muestra señales de actividad después de 250.000 años. Se han detectado sismos y cambios en el suelo. Científicos lo vigilan, aunque el riesgo de erupción es bajo.
El grupo de Biodiversidad y Conservación de Las Palmas de Gran Canaria participa en el proyecto nacional ATLANTIS, que investiga los volcanes submarinos en las Islas Canarias.
Científicos del CSIC investigan cómo la erupción del volcán en La Palma afectó el suelo para reconstruir y permitir el cultivo de plátanos, anticipando una transformación en dos años.
Los tsunamis surgen por un maremoto o una erupción volcánica, y aunque son poco frecuente, causan daños muy graves y una gran cantidad de pérdidas humanas.