Un reciente informe afirma que proteger a las abejas y otros insectos polinizadores, no solo es beneficioso para los ecosistemas, sino también para el mercado laboral.
Las polillas son menos resistentes que las abejas debido a su ciclo de vida complejo y requisitos de polinización más específicos. A pesar de ello, juegan un papel crucial en la polinización de las comunidades de plantas urbanas.
En general, las abejas suelen volar en esta época del año para buscar alimento y polinizar flores, pero las altas temperaturas y la falta de agua están dificultando su supervivencia.
La Comisión Europea ha comenzado a tramitar una iniciativa ciudadana llamada "Salvemos a las abejas y agricultores", para mejorar la protección de los polinizadores y garantizar un uso sostenible de los pesticidas en la agricultura de la UE.