El Amazonas dejará de ser el pulmón del planeta en la década de 2030

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05/03/2020 - 08:39
Dosel de bosque amazónico en Brasil. Foto de Peter Vander Sleen

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La capacidad de los bosques tropicales para reducir dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera se ha reducido en un tercio en la última década y en el Amazonas será prácticamente nula en la década de 2030.

Esta es la conclusión principal de un estudio internacional elaborado por 106 investigadores de diferentes partes del planeta y dirigido por Wannes Hubau, exinvestigador postdoctoral en la Universidad de Leeds, en Reino Unido y ahora en el Museo Real de África Central, en Bélgica. El trabajo está publicado en la revista 'Nature'.

El estudio rastrea cerca de 300.000 árboles repartidos entre 321 zonas boscosas de la Amazonía y 244 bosques tropicales africanos ubicados en 11 países, con un seguimiento durante los 30 últimos años, aproximadamente.

La investigación refleja que ya ha comenzado el temido cambio de que los bosques tropicales no alterados del mundo pasen de ser sumideros a fuentes de carbono.

El Amazonas, un ecosistema que podría dejar de ser el pulmón del planeta y pasar de sumidero a convertirse en fuente de carbono

Los bosques tropicales intactos son bien conocidos como un crucial sumidero de carbono global, ya que ralentizan el cambio climático al eliminar el carbono de la atmósfera y almacenarlo en los árboles, un proceso conocido como secuestro de carbono.

De manera general, los modelos climáticos predicen que esta labor de sumidero de carbono de los bosques tropicales continuará durante décadas.

Pero el nuevo estudio analiza tres décadas de crecimiento y muerte de árboles de 565 bosques tropicales no alterados en el Amazonas y África, y subraya que la absorción general de carbono de esos lugares alcanzó su punto máximo en la década de 1990 y que esta capacidad se redujo en un tercio en la década de 2010.

Esta situación se debe en gran medida a las pérdidas de carbono de los árboles que mueren. Esta investigación ofrece la primera evidencia a gran escala de que la absorción de carbono por parte de los bosques tropicales del planeta ha comenzado a reflejar una preocupante tendencia a la baja.

"Al combinar datos de África y el Amazonas, comenzamos a comprender por qué estos bosques están cambiando y son clave los niveles de dióxido de carbono, la temperatura, la sequía y la dinámica forestal", apunta Hubau.

Hubau explicó que el C02 adicional ayuda a los árboles a crecer, pero cada año este efecto se ve contrarrestado por los impactos negativos de las temperaturas más altas y las sequías que retrasan el crecimiento de los árboles, que finalmente, mueren.

"Nuestro modelo de estos factores muestra una disminución futura a largo plazo en el sumidero africano y que el sumidero amazónico continuará debilitándose rápidamente, lo que pronosticamos que se convertirá en una fuente de carbono a mediados de la década de 2030", sentencia Hubau.

Los bosques tropicales intactos eliminaron unos 46.000 millones de toneladas de CO2 durante la década de los 90, pero la cifra cayó a 25.000 millones de toneladas eliminadas durante la década del 2010.

Esa pérdida de 21.000 millones equivale a una década de emisiones conjuntas de combustibles fósiles de Alemania, Canadá, Francia y Reino Unido.

Las emisiones globales de CO2 se han disparado

En general, los bosques tropicales intactos eliminaron un 17% de las emisiones de CO2 producidas por el hombre en la década de 1990, lo que se redujo a sólo un 6% en la década de 2010.

Esa reducción del 2010 se debe a que estos lugares redujeron en un 33% su capacidad de absorción de carbono y el área de bosque intacto disminuyó en un 19%, mientras que las emisiones globales de dióxido de carbono se dispararon en un 46%.

"Los bosques tropicales intactos siguen siendo un sumidero vital de carbono, pero esta investigación revela que, a menos que se implementen políticas para estabilizar el clima de la Tierra, es sólo cuestión de tiempo hasta que estén ya no es capaz de secuestrar carbono", indica Simon Lewis, de la Facultad de Geografía de la Universidad de Leeds.

Lewis añadió que, tras años de trabajo en las selvas tropicales del Congo y el Amazonas, se ha descubierto que "uno de los impactos más preocupantes del cambio climático ya ha comenzado. No hay tiempo que perder en términos de abordar el cambio climático", advierte.

Para descubrir ese descenso, los investigadores han calculado los cambios en el almacenamiento de carbono, los científicos midieron el diámetro y calcularon la altura de cada árbol individual en 565 parcelas de bosque, y volvieron cada pocos años para volver a medirlos.

Al calcular el carbono almacenado en los árboles que sobrevivieron y los que murieron, rastrearon los cambios en el almacenamiento de carbono a lo largo del tiempo.

El Amazonas y otros ecosistemas están expuestos a temperaturas más altas, algo perjudicial

Después de la nueva medición final, los autores del estudio usaron un modelo estadístico con tendencias en las emisiones de dióxido de carbono, temperatura y lluvia para calcular los cambios en el almacenamiento de carbono forestal hasta 2040.

Al combinar datos de dos grandes redes de investigación de observaciones forestales en África y el Amazonas, los autores muestran que el sumidero amazónico comenzó a debilitarse primero, a partir de mediados de la década de 1990, seguido de una disminución del sumidero africano unos 15 años después.

La diferencia continental surge de una combinación de bosques amazónicos que son más dinámicos que los de África y bosques amazónicos que enfrentan impactos climáticos más fuertes.

Las masas boscosas típicas de la Amazonía están expuestas a temperaturas más altas, aumentos térmicos más rápidos y sequías más regulares y severas que las africanas.

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