23/06/2025 - 08:46
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Durante la madrugada del viernes 13 de junio, Irán fue blanco de una ofensiva aérea de gran magnitud liderada por Israel. Más de 200 aviones de combate israelíes incursionaron en el espacio aéreo iraní, atacando instalaciones vinculadas al programa nuclear del país. Entre los blancos se encontraban laboratorios y centros de investigación, donde perdieron la vida altos mandos militares iraníes y científicos clave del proyecto nuclear de la República Islámica.
No obstante, las bombas también impactaron en áreas residenciales de Teherán. Según medios estatales iraníes, varios bloques de apartamentos fueron alcanzados, provocando la muerte de un número aún indeterminado de civiles, incluyendo mujeres y niños. Además, las autoridades de emergencia informaron que casi cien personas han sido hospitalizadas a consecuencia de las heridas.
Las negociaciones en riesgo por el ataque de Israel: contexto diplomático
El ataque se produce en un momento extremadamente delicado para la diplomacia internacional. Apenas horas antes de la ofensiva, se había confirmado que la sexta ronda de conversaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos tendría lugar el domingo en Omán. Steve Witkoff, enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, se preparaba para dialogar nuevamente con el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi.
Sin embargo, los puntos de desacuerdo siguen siendo profundos. La propuesta estadounidense exige el cese total del enriquecimiento de uranio, incluso para usos civiles, algo que Teherán rechaza de plano. Irán ha estado elaborando una contrapropuesta que busca mantener su derecho al uso pacífico de la energía nuclear y, a la vez, obtener alivio frente a las duras sanciones impuestas por Washington.
La reacción internacional y los posibles motivos detrás del ataque
Las acciones israelíes han sido interpretadas por algunos analistas como un intento deliberado de torpedear las negociaciones. Diba Mirzaei, investigadora del Instituto GIGA en Alemania, considera que no se trata solo de un gesto hostil, sino de una táctica de sabotaje diplomático. “Israel no quiere simplemente interrumpir las negociaciones, quiere asegurarse de que fracasen por completo”, afirmó.
También Seyed Ali Alavi, profesor en la Universidad SOAS de Londres, señaló que estos ataques podrían echar por tierra la esperada cumbre del domingo, o al menos endurecer significativamente el tono de las discusiones. "Este tipo de acción militar directa no se veía desde la guerra entre Irán e Irak", indicó.
La situación se complica aún más con la noticia de que uno de los principales negociadores iraníes, Ali Shamkhani, resultó gravemente herido o incluso muerto en el ataque. Su ausencia podría debilitar la capacidad de Teherán para continuar con las conversaciones en curso.
Trump cambia de tono tras los ataques
En contraste con sus comentarios previos pidiendo moderación, Donald Trump adoptó una postura más agresiva tras los bombardeos. Aunque Estados Unidos negó estar involucrado, admitió haber sido informado por Israel antes de la operación. En su red Truth Social, Trump justificó los ataques como resultado de la falta de avances por parte de Irán.
“Tuve paciencia. Les di todas las oportunidades posibles para alcanzar un acuerdo. Pero no pudieron o no quisieron”, escribió. Además, recordó que hace dos meses dio a Irán un plazo de 60 días para cerrar el pacto nuclear. "Hoy es el día 61", enfatizó, insinuando que la acción israelí estaba alineada con ese ultimátum.
Israel y su oposición histórica al programa nuclear iraní
Israel ha mantenido durante años una postura inflexible contra cualquier avance nuclear por parte de Irán. Es el único país de la región que posee oficialmente armas nucleares y considera a un Irán con capacidad nuclear, incluso civil, como una amenaza existencial.
Mirzaei señaló que Israel ya se había opuesto al acuerdo nuclear multilateral firmado durante el mandato de Barack Obama. “Este ataque no es improvisado; probablemente se planificó durante meses”, explicó, sugiriendo que la elección del momento responde al calendario diplomático, más que a la reciente censura del OIEA.
El posible giro de Irán tras el ataque
La reciente censura del Organismo Internacional de Energía Atómica a Irán, por incumplimientos al Tratado de No Proliferación, ya había tensado el ambiente. En respuesta, Teherán anunció la construcción de una nueva planta de enriquecimiento en una ubicación secreta.
Tras el bombardeo israelí, las opciones que Irán podría considerar van más allá de una respuesta militar. Mirzaei advirtió sobre un posible retiro del Tratado de No Proliferación, el fin de la cooperación con el OIEA o incluso la cancelación definitiva de las conversaciones con Estados Unidos.
"Irán no quiere una guerra total, pero si los ataques continúan, el conflicto podría volverse inevitable", concluyó la investigadora.
Perspectivas inciertas
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos. Con la posibilidad de una escalada mayor y el futuro del programa nuclear iraní en juego, la prioridad ahora parece ser evitar que la violencia suprima por completo cualquier vía diplomática. La cita del domingo en Omán, si ocurre, se llevará a cabo bajo una sombra muy oscura.
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