La atención médica será climáticamente inteligente, o no será

Un grupo de 47 países, entre ellos España, han anunciado en la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26) que se comprometen a desarrollar sistemas de salud resilientes al clima y bajos en carbono en respuesta a la creciente evidencia del impacto del cambio climático en la salud de las personas.

Algunos de esos países son vulnerables a los daños a la salud causados por el cambio climático, así como varios de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo.

Por una atención médica climáticamente inteligente

El cambio climático es un agente multiplicador de riesgos que amenaza con desbaratar décadas de logros en materia de desarrollo. Uno de los riesgos directos más críticos para los seres humanos es el impacto que el cambio climático tiene sobre la salud.

El estrés térmico empeorará a medida que las altas temperaturas se vuelvan más comunes y la escasez de agua aumente; la malnutrición, particularmente en los niños, podría volverse más prevalente en algunas partes del mundo donde se espera que las sequías sean más frecuentes; y las enfermedades transmitidas por el agua y por vectores probablemente se expandirán en alcance dado que las condiciones favorecen la proliferación de moscas, mosquitos y patógenos transmitidos por el agua.

Peor aún, estas amenazas serán mayores en regiones donde la población es más densa, más vulnerable y está menos equipada para adaptarse a los cambios, lo que empujará a más personas a la pobreza y reforzará un ciclo de degradación ambiental, salud deficiente y desarrollo lento.

Afrontar estos riesgos para la salud relacionados con el clima es fundamental. Todo riesgo trae aparejada una oportunidad. Las respuestas al cambio climático han revelado un significativo potencial para mejorar tanto la salud humana como la salud ambiental.

Los hospitales con bajas emisiones de carbono pueden recurrir a los numerosos avances del sector energético para desarrollar recursos renovables más limpios. Las cadenas de suministro de productos farmacéuticos pueden beneficiarse a partir de medios de transporte más eficientes y menos contaminantes. Y los avances logrados a través de la agricultura climáticamente inteligente pueden mejorar la producción de alimentos y la nutrición.

La atención médica se encuentra implementando un nuevo marco operacional para fortalecer los sistemas de salud humana, animal y ambiental en respuesta a las amenazas de enfermedades. Y esto incluye hacer de la cobertura universal de salud un tema central que cada vez toma más en consideración el cambio climático y la resiliencia.

Siguiendo esta línea, un total de 42 países también se han comprometido a transformar sus sistemas de salud para que sean más sostenibles y bajos en carbono. Y una docena han establecido una fecha objetivo para alcanzar cero emisiones netas de carbono como muy tarde en 2050.

¿Cómo mejorará la atención médica?

El gobierno de Fiji, por ejemplo, está respondiendo al aumento de los ciclones, las inundaciones repentinas y el aumento del nivel del mar -que causan falta de agua potable por la intrusión de agua salada- con la construcción de una infraestructura de salud más resistente al clima, el fortalecimiento de la fuerza laboral de salud y la provisión de servicios de energía sostenible a las instalaciones de atención médica.

"El mensaje de la OMS y de los profesionales de la salud de todo el mundo es claro: el cambio climático es un gran desafío para la salud y debemos actuar ahora. Estoy muy contento de ver a tantos países priorizando este tema a través del Programa de Salud COP26 y su nivel de ambición. Un fuerte liderazgo del sector de la salud es vital para asegurarnos de proteger a nuestras poblaciones de los impactos del cambio climático al mejorar la resiliencia climática de los sistemas de salud y al reducir las emisiones del sector de la salud", recalcó Wendy Morton, ministra para Europa y las Américas de la Oficina de Relaciones Exteriores, Commonwealth y Desarrollo del Reino Unido.

Los compromisos de los países provienen de una encuesta de la OMS, que muestra que la mayoría de los países ahora incluyen la salud en sus planes climáticos nacionales, pero estos compromisos a menudo aún carecen de acciones de salud detalladas o mecanismos de apoyo.

"Estos compromisos gubernamentales ejemplifican el creciente movimiento mundial de salud para la acción climática. En todo el mundo, médicos, enfermeras, hospitales, sistemas de salud y ministerios de salud están reduciendo su huella climática, volviéndose más resistentes y abogando por una transición justa que ponga la salud en el centro de una civilización descarbonizada", apostilló Josh Karliner, director internacional de Programa y Estrategia de Atención Médica Sin Daño.

Además de los compromisos nacionales, 54 instituciones de 21 países que representan a más de 14.000 hospitales y centros de salud se han comprometido a lograr cero emisiones netas de carbono en 2050.

Esos compromisos forman parte del Programa de Salud COP26

Una asociación entre el gobierno del Reino Unido, la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Campeones del Clima de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (Cmnucc) y grupos de salud como Atención Médica sin Daño.

"El futuro de la salud debe construirse sobre sistemas de salud que sean resistentes a los impactos de epidemias, pandemias y otras emergencias, pero también a los impactos del cambio climático, incluidos los fenómenos meteorológicos extremos y la creciente carga de diversas enfermedades relacionadas con la contaminación del aire y el calentamiento de nuestro planeta", apuntó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

Ghebreyesus subrayó que “los sistemas de salud también deben ser parte de la solución, reduciendo las emisiones de carbono”. “Aplaudimos a los países que se han comprometido a construir sistemas de salud resilientes al clima y bajos en carbono, y esperamos ver a muchos otros siguiendo su ejemplo en el futuro cercano", agregó.

Entre los países que se han comprometido a lograr sistemas de salud sostenibles y con bajas emisiones de carbono están Argentina, Emiratos Árabes Unidos, España, Estados Unidos, Fiyi y Malawi. Y entre las naciones que se proponen mejorar la resiliencia climática de sus sistemas de salud se encuentran Bangladesh, Etiopía, Maldivas y Países Bajos.