Las aves refugiadas existen, sí, y esta forma de nombrar a determinadas especies surge porque muchas sufren los estragos causado por el cambio climático.
Durante el pasado 10 y 15 de marzo se confirmó la presencia de dos parejas de la especie buitre negro, que vuelve a la península en Aragón después de un siglo.
El chorlitejo patinegro está de enhorabuena, pues gracias a la iniciativa de SEO/BirdLife, se han llevado a cabo acciones de conservación de su hábitat, para poder mantener y hacer crecer toda la biodiversidad.
La Reserva Marina de Conil es un área de gran riqueza ambiental que, de protegerse, beneficiaría no solo a la pesca artesanal, sino también a otras actividades sostenibles que se desarrollan en ellas.