La diversidad funcional fortalece la resiliencia de los bosques al cambio climático

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19/08/2025 - 09:00
Cambio climático y bosques

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La diversidad funcional de los bosques, entendida como la variedad de estrategias que las especies emplean para afrontar el estrés hídrico, juega un papel clave en la estabilidad de su productividad frente al cambio climático. Un estudio reciente liderado por las universidades de Oviedo y Rey Juan Carlos revela que no solo la disponibilidad de agua, sino también la estructura y composición funcional del bosque, determinan su capacidad para resistir sequías y condiciones ambientales extremas a lo largo del tiempo.

La clave de la resiliencia forestal: Diversidad funcional y estructural

La diversidad funcional de los bosques, es decir, la variedad de estrategias que las especies arbóreas emplean para manejar el estrés hídrico, es fundamental para la estabilidad de su productividad frente a los desafíos del cambio climático. Un estudio pionero, liderado por investigadores de las Universidades de Oviedo y Rey Juan Carlos, ha revelado que la capacidad de un bosque para resistir sequías y condiciones ambientales extremas a largo plazo no depende únicamente de la disponibilidad de agua, sino también de su estructura y composición funcional.

Los bosques que albergan una mayor diversidad funcional, con especies que desempeñan roles ecológicos variados y poseen distintas estrategias fisiológicas, demuestran una capacidad superior para mantener una productividad estable a lo largo del tiempo. Esta robustez es crucial en el escenario actual de cambio climático, donde las condiciones ambientales son cada vez más erráticas e intensas.

La investigación, titulada “La disponibilidad de agua, la estructura del bosque y la diversidad de rasgos hidráulicos impulsan la estabilidad forestal”, se basa en un análisis exhaustivo de datos recopilados durante veinte años en miles de parcelas forestales distribuidas por toda España. Este estudio combinó información del Inventario Forestal Nacional con imágenes de satélite, lo que permitió monitorear la productividad en estas zonas a lo largo del tiempo con una precisión sin precedentes.

Más allá del agua: la importancia de la estructura y la variedad de rasgos

Aunque la disponibilidad de agua es un factor innegablemente vital, los investigadores confirmaron que la estructura del bosque —cómo se distribuyen los árboles en términos de tamaño y edad— y la variedad de rasgos hidráulicos de las especies son igualmente determinantes. Estos rasgos se refieren a las diferentes maneras en que cada árbol responde a la escasez de agua, empleando diversas tácticas para conservarla o para soportar la sequía.

Raúl García Valdés, investigador del Instituto de Investigación en Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos y coautor principal del estudio, enfatiza que los bosques compuestos por especies con un amplio rango de respuestas al estrés hídrico exhiben una mayor capacidad para sostener su productividad, incluso bajo condiciones climáticas severas. Esta diversidad de estrategias funciona como un "seguro ecológico" contra perturbaciones externas.

Un futuro forestal basado en la diversidad y resiliencia

Este trabajo no solo enriquece el conocimiento científico sobre la dinámica forestal, sino que también ofrece recomendaciones prácticas para la gestión de los bosques. Los hallazgos del estudio refuerzan la idea de que fomentar la diversidad funcional es una estrategia altamente eficaz para mejorar la salud y estabilidad de nuestros ecosistemas forestales. Por lo tanto, promover bosques más variados, no solo en la mezcla de especies sino también en su estructura interna, es clave para incrementar su resiliencia y capacidad de adaptación al cambio climático.

José Valentín Roces Díaz, investigador de la Universidad de Oviedo y del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad, subraya que el futuro de los ecosistemas forestales reside en la conservación y promoción de la diversidad, tanto funcional como estructural. En síntesis, los bosques diversos no solo son más estables frente a las anomalías ambientales, sino también más capaces de prosperar en un clima en constante cambio.

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