Cómo combatir el calor en tu coche este verano 2025

Durante el verano, el interior del coche puede alcanzar temperaturas insoportables, haciendo que entrar y conducir sea todo un desafío. Aunque el aire acondicionado es la solución más común, no siempre es suficiente o eficiente. Por eso, conocer algunos métodos sencillos y prácticos para refrescar el vehículo puede marcar la diferencia y mejorar tu confort y seguridad en los días de calor intenso.

Cómo evitar que tu coche se convierta en un horno en verano

Cuando llegan los días de temperaturas intensas, entrar a un coche que ha estado bajo el sol puede parecer una experiencia insoportable. El interior se calienta rápidamente y la sensación es similar a la de estar dentro de un horno, lo que no solo resulta incómodo, sino que puede llegar a ser peligroso, especialmente para personas sensibles como niños o personas mayores. Por eso, conocer algunos trucos para enfriar el vehículo antes de ponerte en marcha es fundamental.

Uno de los métodos más sencillos y efectivos para bajar la temperatura del coche es aprovechar la ventilación natural. Cuando llegues a tu vehículo después de que haya estado estacionado al sol, abre completamente una de las ventanillas de un lado del coche. Desde el lado contrario, abre y cierra la puerta varias veces.

Este truco es muy útil porque no consume energía, es rápido y puede reducir notablemente la temperatura interior antes de que arranques el motor. Además, funciona bien incluso si el aire acondicionado está dañado o tarda en hacer efecto.

Ventanas bajadas antes de arrancar el aire acondicionado

Un error común es pensar que al bajar las ventanillas cuando el coche está al sol entrará aún más calor. Sin embargo, justo lo contrario suele ocurrir: bajar las ventanillas permite que el aire caliente salga rápidamente, facilitando que el aire fresco del exterior circule y refresque el interior antes de encender el aire acondicionado.

De esta forma, el sistema de climatización trabaja menos y se optimiza el consumo de combustible.

Protección solar para las lunas y el interior

Otra forma de reducir la acumulación de calor dentro del coche es mediante el uso de lunas tintadas o láminas solares. Estos materiales bloquean la entrada de la mayoría de los rayos ultravioletas y pueden repeler gran parte de estas temperaturas. No solo ayudan a mantener una temperatura más baja, sino que también protegen el interior del coche de daños por el sol, como el deterioro del tapizado.

También es común utilizar parasoles para cubrir el parabrisas y las lunas laterales cuando el coche está estacionado. Estos elementos reflejan la luz solar y evitan que el interior se caliente excesivamente.

Para proteger los asientos, especialmente si son de cuero o materiales que absorben mucho el calor, se recomienda cubrirlos con una tela ligera mientras el coche está parado y retirarla justo antes de usarlo.

Prepararse para las olas de calor

Con la llegada del verano, las olas de calor en muchas regiones pueden superar fácilmente los 35 o 40 grados centígrados. En estas condiciones extremas, aplicar estos trucos para mantener el coche fresco no solo mejora el confort, sino que también contribuye a la seguridad de los ocupantes. Entrar a un coche muy caliente puede provocar deshidratación rápida, golpes de calor y dificultad para conducir con atención.

Por eso, antes de iniciar cualquier viaje durante los meses más calurosos, vale la pena dedicar unos minutos a ventilar y refrescar el vehículo. Este gesto sencillo y práctico hará que el momento de arrancar sea mucho más agradable y seguro.