En verano, el sol, el calor, el cloro y el aire seco pueden causar sequedad ocular. Para cuidar tus ojos, bebe agua, usa gafas de sol, descansa la vista y evita el aire directo en la cara.
Si madrugar te resulta difícil, estos cinco consejos pueden ayudarte a activarte mejor por la mañana. Desde preparar la ropa con anticipación o dormir con ella puesta, hasta comprometerte públicamente con un compañero de entrenamiento.
Entrenar en verano es posible si se adapta la rutina al calor. Es mejor hacer ejercicio temprano o al atardecer, hidratarse bien y optar por actividades suaves como yoga o pilates.
Se acercan los exámenes y esto puede causar nervios y estrés. Es normal, pero hay formas de sentirse mejor: organizar el estudio, descansar bien, hacer pausas, pedir ayuda si se necesita y celebrar el esfuerzo.