Esta técnica nació en 1989 en el Ayuntamiento de Berkeley, en California, que inició una campaña para animar a los consumidores a comprar alimentos envueltos en materiales biodegradables o reciclables.
El verano puede ser sostenible, y desde Ecoembes nos dan unos consejitos para ponerlo en práctica y que no se nos olvide lo que hemos conseguido avanzar.