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Roma, 27 nov (EFE).- La denuncia de un empleado que supuestamente trabajó en negro durante varios años en la empresa del padre del ministro de Trabajo de Italia, Luigi Di Maio, le ha valido las críticas de sus oponentes políticos, que incluso han pedido que comparezca en el Parlamento.
El caso estalló después de que este domingo Salvatore Pizzo asegurara que trabajó en 2009 y 2010 en la empresa de la familia Di Maio totalmente en negro, a lo que han seguido las denuncias de otros dos trabajadores que serán emitidas hoy en un programa televisivo, según adelantó la cadena "Italia1"
La sociedad Ardima, que se ocupa de construcción, pertenece actualmente a partes iguales al ministro y líder del Movimiento 5 Estrellas y a su hermana, Rosalba.
Ante estas acusaciones, Di Maio afirmó que "verificaría" la situación, que le parecía "muy grave", y también se justificó al explicar que durante muchos años no había tenido una buena relación con su padre y no conocía lo que se hacía en la empresa.
"No me interesa mirar por el agujero de la cerradura de las familias. Lo que me alucina es pensar que Di Maio hijo ha pretendido un Decreto Dignidad y la Renta de ciudadanía (un subsidio de desempleo), que son dos medidas que aumentarán el trabajo negro", atacó el expresidente del Gobierno, del Partido Demócrata (PD), Matteo Renzi.
El portavoz de los senadores del PD, Andrea Marcuccci, ha pedido que Di Maio acuda al Senado para explicar la situación de la empresa familiar.
"Es inquietante que justo sobre el ministro del Trabajo pese la duda de que se ha empleado a gente en negro", denuncian los senadores del PD.
La portavoz adjunta de los senadores del partido conservador Forza Italia, Licia Ronzulli, afirmó que "no se puede fiar de un ministro de Trabajo que es socio de una empresa acusada de haber hecho trabajar en negro a uno o más empleados".
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