La agricultura es el mayor consumidor de agua en España. El riego inteligente, apoyado en sensores y NB-IoT, optimiza el uso de agua y energía, reduciendo consumos y mejorando la calidad de los cultivos.
En varias ciudades de España están surgiendo granjas verticales, estructuras que permiten cultivar alimentos en espacios reducidos dentro del entorno urbano.
En Punta del Hidalgo, Tenerife, los agricultores enfrentan una grave sequía que ha llevado al Cabildo a declarar emergencia hídrica, por lo que utilizan agua regenerada para salvar sus cultivos.
Científicos españoles han desarrollado un dispositivo llamado Cordova-ET para medir la evapotranspiración en los cultivos, esencial para la gestión eficiente del agua en la agricultura.