Un año tras la DANA y 3 de cada 10 niños sienten miedo a la lluvia

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01/11/2025 - 08:00
Los niños valencianos tienen miedo a la lluvia tras un año de la DANA

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Un año después de la devastadora DANA que azotó Valencia el 29 de octubre de 2024, las secuelas emocionales siguen siendo una realidad palpable entre los más pequeños. Según el informe “Con el barro en la mochila”, elaborado por la organización Save the Children junto con la Universitat de València, más del 30% de los niños afectados continúa experimentando miedo ante la lluvia, las tormentas o los truenos.

Este estudio, que recoge el testimonio de más de 2.300 familias damnificadas y de numerosos profesionales de la educación, servicios sociales, ONG y responsables políticos, ofrece una radiografía profunda del impacto psicológico que dejó aquel episodio meteorológico extremo.

El miedo persiste: ansiedad y problemas de sueño

El informe revela que uno de cada cuatro niños y niñas sigue sufriendo problemas para conciliar el sueño, una señal evidente de que las consecuencias emocionales del desastre aún están lejos de superarse. Los cambios en el comportamiento infantil son notorios: muchos presentan niveles más altos de ansiedad y estrés, además de una dependencia creciente de las pantallas como vía de escape ante el malestar y el miedo experimentado.

El fenómeno, que se saldó con 229 víctimas mortales, nueve de ellas menores, y dejó más de 200.000 niños y niñas afectados, no solo destruyó viviendas y escuelas, sino también la sensación de seguridad de toda una generación.

El impacto no se limita a la infancia. Los adolescentes también presentan secuelas relevantes. De acuerdo con los datos del estudio, un 12,4 % tiene problemas de concentración, un 11 % pasa más tiempo conectado a dispositivos electrónicos, y un 7 % opta por el aislamiento social.

Para Save the Children, estas cifras reflejan un déficit en el acompañamiento emocional y social tras la catástrofe. Según la organización, se ha confiado en exceso en la capacidad de resiliencia de los menores, sin ofrecer los apoyos adecuados para procesar el trauma, el miedo y la ansiedad que surgen tras estos eventos.

Familias preocupadas por la salud emocional y el aprendizaje

La investigación pone de manifiesto que el 45,7% de las familias afectadas considera que su principal preocupación actualmente es el estado emocional de sus hijos e hijas. Además, más de la mitad (52,4%) reconoce que los pequeños han sufrido un retraso en el aprendizaje.

La interrupción del curso escolar tuvo efectos profundos: según el informe, el 71,6 % del alumnado vio afectado su estado emocional, y un 33,3 % experimentó dificultades en las relaciones sociales. Las rutinas educativas, deportivas y recreativas se vieron gravemente alteradas, y muchos niños dejaron de realizar actividades deportivas, al aire libre, recreativas o culturales y extraescolares.

La escuela como refugio y símbolo de esperanza

El director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández, subraya la importancia de reabrir los centros educativos lo antes posible tras una emergencia. “En un contexto de crisis, volver a la escuela ayuda a los niños y niñas a recuperar un sentido de normalidad y esperanza”, afirma.

No obstante, la ONG lamenta la falta de espacios seguros y protectores habilitados por la administración, los cuales habrían podido mitigar el impacto psicoemocional del desastre. Según Hernández, estos entornos son esenciales para ofrecer contención emocional y permitir que la infancia procese los acontecimientos traumáticos de forma saludable.

El documento revela también que casi el 15 % de las familias encuestadas perdió su vivienda a raíz de la DANA. Además, una de cada cuatro considera que su hogar es menos seguro para los niños, niñas y adolescentes que antes del desastre.

La situación en los municipios más golpeados sigue siendo crítica: el 80,3 % de las familias que residen en la llamada zona cero vive en edificios con reparaciones pendientes o en viviendas gravemente afectadas, pero donde continúan habitando por falta de alternativas.

Reconstruir poniendo a la infancia en el centro

Save the Children advierte que la reconstrucción del territorio valenciano se está llevando a cabo con un enfoque centrado en infraestructuras y reactivación económica, dejando en segundo plano las necesidades de la infancia para combatir ese miedo y demás impacto psicoemocional.

La organización insiste en que es necesario reforzar la respuesta en educación, salud mental y apoyo a las familias vulnerables, adoptando un enfoque preventivo que garantice los derechos de los niños y niñas y fortalezca su capacidad para afrontar futuras emergencias.

“Si no colocamos a la infancia en el centro de las decisiones, estaremos reconstruyendo solo ladrillos, no comunidades”, concluye Hernández al respecto del miedo con el que viven muchos niños aún con la lluvia.

Un año después, heridas que aún no cicatrizan

A pesar del paso del tiempo, la DANA de octubre de 2024 sigue siendo una herida abierta para miles de familias valencianas. Los datos del informe “Con el barro en la mochila” son una llamada de atención sobre la dimensión emocional y social de los desastres naturales.

Detrás de cada cifra hay una historia de miedo, pérdida y resiliencia. Y aunque la reconstrucción material avance, la verdadera recuperación —la que tiene lugar en la mente y el corazón de los niños— aún está en camino.

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