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A partir del próximo año, las carreteras españolas serán testigos de una transformación crucial en la seguridad vial. Los tradicionales triángulos de emergencia están a punto de pasar a la historia como sistema válido de señalización para vehículos inmovilizados.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha fijado una fecha clave: en Nochevieja, veremos los últimos triángulos que indican un vehículo detenido en la calzada. El relevo lo tomará la innovadora baliza V16 conectada, un dispositivo que combina luz física con conectividad digital, considerado fundamental para reducir los temidos atropellos y mejorar la seguridad de conductores y servicios de emergencia.
La baliza V16 conectada, un salto adelante en seguridad
La baliza V16 es una pequeña luz intermitente de color ámbar que se fija al techo del vehículo gracias a una base magnética, cuando este queda inmovilizado por avería o accidente. Su principal y revolucionaria ventaja es que permite señalizar el peligro sin que el conductor deba abandonar la seguridad del habitáculo para caminar por la calzada, un momento de máximo riesgo de atropello. Se acabó el exponerse a la circulación para colocar la señal. La activación es rápida y sencilla, y puede realizarse desde el interior del coche.
La DGT promueve esta evolución combinando lo que llama "visibilidad física y visibilidad digital". La clave de la nueva normativa reside en la conectividad de la baliza V16. Cada dispositivo homologado incorpora un sistema de geolocalización (GPS) y una tarjeta SIM integrada que, al activarse, envía la posición exacta del vehículo a la plataforma DGT 3.0. Gracias a esta conexión, la información se transmite en tiempo real a los Centros de Gestión de Tráfico, permitiendo que los paneles luminosos de las carreteras y los navegadores compatibles adviertan de la presencia de un coche detenido, aumentando la anticipación de otros usuarios de la vía.
Este dispositivo está diseñado para tener una autonomía mínima de 30 minutos de luz y una batería con duración de al menos 18 meses, y su conectividad estará garantizada durante 12 años sin coste adicional para el usuario.
Obligaciones y excepciones
No todos los vehículos están obligados a llevar la baliza V16 conectada. La normativa establece que deberán incorporarla turismos, furgonetas, camiones, autobuses y remolques no especiales matriculados en España, incluyendo los vehículos de empresa y flotas profesionales.
Por su parte, las motocicletas, ciclomotores y vehículos especiales, como maquinaria agrícola o de obras, quedan exentos de la obligación. En estos casos, su estructura o tamaño no permiten una instalación segura del dispositivo, por lo que seguirán utilizando otros sistemas de señalización adaptados.
La DGT también aclara que los vehículos extranjeros que circulen por España podrán seguir utilizando los triángulos de emergencia, aunque se recomienda encarecidamente la adopción de la nueva baliza V16 por motivos de seguridad y compatibilidad con los sistemas de aviso conectados.
Uso, validez y consecuencias de su ausencia
Ante una avería o accidente, la secuencia es clara: detener el coche en un lugar seguro, activar las luces de emergencia y, sin salir del vehículo, colocar la baliza en el techo. Si esto no fuera posible, se puede colocar en el lateral del coche, siempre en el lado del conductor. Una vez encendida, emite una luz intermitente visible a más de un kilómetro. La función de la baliza se limita a emitir la señal luminosa y geolocalizar el punto del incidente, transmitiendo la ubicación exacta de forma automática a la DGT.
Es vital recordar que el uso de triángulos, así como de las primeras versiones de balizas no conectadas, solo será válido hasta el 31 de diciembre de 2025. A partir del 1 de enero de 2026, solo se permitirán las que tengan conexión con la Dirección General de Tráfico.
Circular sin esta nueva señal de emergencia una vez sea obligatorio su uso (a partir de 2026) podrá considerarse infracción grave, lo que podría acarrear sanciones económicas de hasta 200 euros, según estimaciones del sector jurídico especializado. Además, la ausencia de una señalización correcta en caso de incidente podría agravar la responsabilidad del conductor en un accidente posterior.
La abogada Marga Bernardo, de Pyramid Consulting, subraya que "la no utilización o la falta de una baliza V16 podrá ser objeto de sanción, pero como cualquier infracción de tráfico, puede ser recurrida si se acredita que existieron causas justificadas, defectos en la notificación o errores en la prueba".
La DGT, por su parte, insiste en la precaución ante modelos que se venden como "balizas conectadas" sin cumplir los requisitos; se recomienda consultar siempre el listado de modelos certificados disponible en su web oficial. La cuenta atrás ha comenzado para una nueva era de seguridad vial.
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