Las restricciones han disminuido junto con los cierres perimetrales y la movilidad entre provincias y comunidades. Pero esto, se está traduciendo en un significativo aumento de la siniestralidad en las carreteras españolas.
Las denuncias por el uso del teléfono móvil conduciendo han crecido a raíz de la pandemia, por lo que se ve que la crisis sanitaria ha modificado algunos patrones de conducta al volante, empeorándolos en este caso.
La bajada de los límites de velocidad podría reducir la siniestralidad entre un 15 % y un 30 %. Rebasar ampliamente los límites de velocidad también podría suponer penas de cárcel para los conductores más irresponsables.
La Dirección General de Tráfico sigue avanzando en su camino por proteger a los ciclistas, y en esa dirección va a proponer un cambio en la normativa que regula los adelantamientos de automóviles a bicicletas.