Estos son los efectos altamente negativos y perjudiciales de los fuegos artificiales en los animales

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31/08/2019 - 09:30
gato-calmante

Lectura fácil

Ya sea por navidades, o en las fiestas veraniegas de pueblos y ciudades, o por cualquier otro tipo de celebración, en España los fuegos artificiales están a la orden del día.

No es raro ver como algunas personas se tapan los oídos o prefieren evitar este tipo de situaciones, saliendo de sus casas cuando ya se ha pasado la pirotecnia o refugiándose en algún bar o local disponible.

Además, son muchos los menores que presentan signos de ansiedad con los fuegos artificiales. Y adultos que han mantenido esta fobia una vez que han crecido, y que aunque la controlan por la madurez de la adultez, les sigue sin gustar demasiado este acontecimiento en particular.

Los fuegos artificiales: uno de los peores enemigos de los animales

Pues lo mismo ocurre con nuestras mascotas. Cuando llegan este tipo de eventos en los que se utilizan fuegos artificiales, perros y gatos lo pasan realmente mal.

Su sistema nervioso libera mucha adrenalina y cortisol, la hormona del estrés. Por eso hay animales que tiemblan, jadean, vomitan, tienen diarrea o incluso taquicardias al escuchar ruido de petardos o truenos.

Por estas razones, tanto si están en casa como si se encuentran en la calle o en el campo, hay que tener especial cuidado, ya que pueden tratar de huir desesperadamente y llegar a ser atropellados o precipitarse desde grandes alturas.

La capacidad auditiva de nuestras mascotas es mucho mayor que la nuestra

El miedo a estos sonidos estridentes provoca un gran sufrimiento en los animales. En muchos casos se ve como el pobre animal entra en pánico.

Muchos salen huyendo, ignorando las llamas de sus dueños, a los que después les resulta difícil encontrarles, y piden ayuda para localizar a sus mascotas. Tristemente, algunos llegan a morir atropellados en esa huida, o incluso sufrir una taquicardia que les fulmina.

Y es que los fuegos artificiales les aterrorizan tanto porque, básicamente, los animales pueden escuchar los sonidos unas tres veces más altos que los humanos.

Nosotros nacemos con la capacidad de escuchar sonidos hasta 20.000 hertzios, mientras que los perros tienen un alcance auditivo que oscila de 10.000 a 50.000 hertzios, llegando a escuchar a una distancia superior a la nuestra. Y los gatos son capaces de registrar sonidos de hasta 65.000 hertzios.

Los animales no entienden que los ruidos de petardos, truenos o fuegos artificiales no implican peligro, pero ellos lo interpretan como una amenaza. Para las mascotas es como si nosotros escuchásemos un bombardeo.

Qué hacer para aliviar a tus mascotas del terror de la pirotecnia

"El miedo a los ruidos de petardos, en general, a los ruidos estridentes como los timbres, ciertos vehículos, fuegos artificiales, obras… es en muchos casos realmente una fobia y debe tratarse de manera anticipada a que se produzcan esos ruidos. La forma de hacerlo es, sobre todo, a través pautas de comportamiento", explica Marta Arroyo, etóloga y educadora canina de IntegranDog.

Bulldog/ Pixabay
  • Al salir de paseo con tu perro, evita lugares donde exista la posibilidad de tirar petardos o se lancen fuegos artificiales.
  • No dejes a tu perro o gato solo en casa cuando se den estas celebraciones.
  • Cierra ventanas y puertas para reducir en la medida de lo posible el sonido del exterior.
  • Ten disponible una zona donde puedan refugiarse como una especie tienda de campaña, una casita con una caja…
  • Quédate a su lado en los momentos de más estruendo.
  • Si a tu mascota le gustan los masajes, dáselos para ayudarle a tranquilizarse más rápido, y sentirse más seguro.
  • Poner música relajante, a un volúmen elevado, si el animal ya conoce de antes este sonido, le ayudará a calmarse y no lo asociará a algo negativo.
  • Una forma de desviar su atención de los fuegos artificiales o truneos, es jugar. Aunque dependerá del miedo que experimenten, se puede intentar mediante juegos de estimulación mental sencillos, ya que cuando se tiene miedo es difícil concentrarse. Si se consigue inducir ese estado de concentración, rebajaremos la ansiedad y el miedo.
  • En caso de que tu mascota sea muy nerviosa, se recomienda visitar al veterinario para consultar si es posible administrarle un relajante o tranquilizante apto para el tipo de mascota que tengas.

Remedios naturales para las mascotas

En casos extremos de pánico, hay medicamentos sedantes, pero estos deben ser administrados siempre bajo prescripción veterinaria.

Pero muchas veces no es posible utilizarlo por sus efectos secundarios, ya que estos calmantes químicos están contraindicados en caso de que el animal padezca enfermedades cardíacas, hepáticas, renales o de epilepsia, entre otras.

Por otro lado, hay una serie de productos llamados nutracéuticos, que son suplementos dietéticos y remedios herbales que se elaboran con ingredientes naturales que ayudan a tranquilizar a los animales en momentos de tormentas o fuegos artificiales.

La aromaterapia, a través de la vía olfativa, realizada con aceites esenciales como la lavanda, el ylang-ylang, la manzanilla romana o el incieso causan un efecto calmante en los animales.

Un gato recibe un tranquilizante natural en gotas./ Herbolario Sol de invierno

Asimismo, mezclar herbales y suplementos con triptófano que se administran oralmente, les ayudarán en su proceso de calma.

Las técnicas como el Tellington Ttouch, que se basa en colocar vendas elásticas combinado con sencillos masajes acaban siendo muy útiles, según explica Esther García, directora del Herbolario para animales "Sol de invierno".

Los fuertes estruendos también afectan a otro tipo de mascotas

Asimismo, en el mercado se encuentran disponibles productos en forma de collares o difusores que copian de forma sintética ciertas feromonas de perros y gatos que generan olores familiares para ellos, que les acaban resultando familiares y tienen un suave efecto calmante.

Por otro lado, no debemos olvidarnos que los fuegos artificiales, o los estruendos de las tormentas, también asustan a pájaros, conejos o hámsters, y ellos pueden padecer estrés acústico.

Estos casos son más específicos, por lo que deberías acudir a un veterinario especializado en animales exóticos o protectoras con conocimientos sobre este tipo de animales, para que te puedan aconsejar cómo actuar.

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