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Fráncfort (Alemania), 13 jun (EFE).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) abordará mañana, jueves, en Riga la conclusión gradual de su millonario programa de estímulos monetarios a través de las compras de deuda y podría anunciar una fecha definitiva para el final de las mismas.
Las expectativas en los mercados y entre los analistas respecto a una inminente decisión sobre el final del programa se han acentuado después de que la semana pasada el economista jefe del BCE, Peter Praet, anunciase que el Consejo valoraría en la capital letona "si se ha progresado lo suficiente para garantizar una reversión gradual de las compras netas".
Praet dijo además que han mejorado las señales que apuntan a una convergencia de la inflación a medio plazo hacia el objetivo ligeramente por debajo del 2 por ciento del BCE y que la fortaleza de la economía de la eurozona está incidiendo cada vez más sobre el aumento de los salarios.
En este sentido, destacó que el incremento salarial interanual en el área -una de las claves del banco para que la inflación evolucione hacia su objetivo- fue del 1,9 por ciento en el primer trimestre de este año frente al 1,6 por ciento en los últimos tres meses de 2017.
La inflación de la eurozona repuntó además en mayo hasta el 1,9 por ciento desde el 1,2 por ciento en abril.
Aunque mucho de ese ascenso se debió a la fuerte subida de los precios del petróleo, la inflación subyacente -que excluye a la energía y los alimentos no procesados y en la que están puestos todos los ojos del BCE- escaló al 1,3 por ciento desde el 1,1 de abril.
Ante esta situación, una ligera mayoría de los analistas consultados por Efe apuestan porque el banco anunciará mañana el calendario definitivo para el final de las adquisiciones de deuda, que actualmente están fijadas en 30.000 millones de euros mensuales al menos hasta septiembre de este año o "más allá si fuese necesario".
La estimación generalizada es que las compras, en las que el banco ha invertido más de 2,5 billones de euros desde que comenzó el programa de estímulos en marzo de 2015, se reducirán progresivamente a partir de septiembre para acabar definitivamente a finales de año.
La primera subida de los tipos de interés se acometería, de acuerdo con este calendario, hacia mediados de 2019.
A favor de que el Consejo de Gobierno del BCE efectúe el anuncio mañana y no en su próxima reunión del 26 de julio -la última antes de septiembre- juega también que hasta entonces las turbulencias en el mercado de deuda podrían acentuarse una vez que el nuevo gobierno euro-escéptico italiano adopte sus primeras decisiones.
Algunos observadores consideran, sin embargo, que tanto la situación en Italia, como la desaceleración económica de la eurozona en los últimos meses y la vigencia de la amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos podrían llevar al BCE a aplazar la decisión hasta julio.
El Consejo dispondrá mañana de sus nuevas previsiones económicas trimestrales, en las que se espera una ligera revisión a la baja de las expectativas de crecimiento y una corrección al alza de las de inflación.
En el encuentro de la capital letona -el único que se celebra este año fuera de Fráncfort- participará por primera vez el nuevo vicepresidente del banco, el español Luis de Guindos, quien sustituyó el pasado 1 de junio en el cargo a Vitor Constnacio.
De Guindos, que se estrena en una cita especialmente importante para la entidad, comparecerá junto al presidente, Mario Draghi, en la rueda de prensa posterior a la reunión para explicar las decisiones adoptadas.
También será el primer encuentro al que asista el nuevo gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, que el pasado lunes prometió su cargo ante el rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela.
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