La campaña de las elecciones de Madrid está subiendo de tono y la tensión cada vez es más evidente

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27/04/2021 - 10:40
Reyes Maroto, ministra de Industria / EUROPA PRESS

Lectura fácil

Entiendo que el resto de España esté de la Comunidad hasta las narices. Las elecciones de Madrid han tomado una dimensión que tienen el espíritu de decidir si nuestro país sigue creyendo en la democracia. Y parece que también se debate si enviar por correo amenazas con balas y navajas ensangrentadas es algo aceptable o una invención.

¿En serio hay gente que no quiere que avancemos como sociedad? Hacia la derecha o la izquierda, cada uno sabrá, pero volver atrás en un mundo que no para de avanzar suena a muy mala solución.

¡Vaya con la campaña! 

Después de que el viernes pasado las palabras de Rocío Monasterio en la Cadena SER sobre las amenazas de muerte que ha recibido Pablo Iglesias y que este abandonara el debate de las elecciones de Madrid 2021, la campaña electoral ha dado un giro en el que la crispación entre los partidos ha aumentado.

Pablo Casado no ha querido seguir con la polémica y ha revindicado el espíritu de la transición: "Es una libertad sin ira". En palabras de Isabel Díaz Ayuso, "necesitamos concordia". Discurso sobre economía y programa, con un mensaje a un Ángel Gabilondo que, a su juicio, ha tendido la mano a Iglesias. Por eso, Ayuso insiste: "Ahora mismo para estar en contra de Pedro Sánchez y de Pablo Iglesias no hace falta ser de derechas, sino que hace falta ser sensato".

Por su parte, Gabilondo ha dejado claro que "la campaña ha tomado un nuevo rumbo". El PP, ha dicho, ha condenado las amenazas a dirigentes de izquierdas de manera muy genérica: "Cuando amenazan contra tu vida y la de tu familia, no se condena la violencia en abstracto, se condena a unos criminales, no cabe la equidistancia".

Desde Más Madrid, se han preguntado lo siguiente: "¿En qué se parece la libertad a las amenazas a las balas y al odio?".

Mientras, tras la polémica, para Pablo Iglesias ha quedado claro que "lo que se vota el 4 de mayo es entre fascismo y democracia".

La respuesta de Vox ha sido directamente a Iglesias. "No está acostumbrado a que una mujer le mire a los ojos y le diga cuatro cosas, pero se va a tener que acostumbrar", ha señalado Rocío Monasterio.

Ciudadanos, por su parte, pide el voto para evitar esa confrontación.

Y entonces llegó la navaja...

El "como todas" es un "venga de donde venga". A lo que Ayuso ha apuntado que: “Todos recibimos en algún momento amenazas. La diferencia es que unos no lo comentamos, lo llevamos ante las autoridades y no estamos haciendo circos. Lo que no hay que hacer es seguir aumentando el efecto llamada".

A Reyes Maroto, ministra de Industria, de paso por la campaña del 4-M por aquello de que Gabilondo, si gobierna, la quiere como vicepresidenta económica, se le ha debido pasar por la cabeza lo de... ¡si lo sé no vengo! Pero no. 

Todos los partidos han alimentado el espíritu ofensivo de esta campaña

Aunque merece la pena pararnos y fijarnos en el lema de Vox: "Protege Madrid", como si estuviéramos en el Nueva York de los setenta. La candidata a la presidencia, Rocío Monasterio, parece que para convencer a sus votantes necesita salir en el cartel electoral con un hombre (para más, su jefe). Lo que tiene claro es que ya no necesita disimular el mensaje: aquí el problema son los inmigrantes y los pobres.

Un mensaje peligroso y doloroso que, como le dijo Susanna Griso a Monasterio, que venga de una mujer que se declara católica es de lo más contradictorio.

Así las cosas, al miedo hay que vencerlo en las urnas.

Y una sugerencia: el lunes que viene, que es el de reflexión habría que darle una vuelta... Mejor aún, empezar desde ya.

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