Todas las lagunas de Doñana están secas. Este ecosistema, considerado como uno de los humedales más importantes de Europa y proclamado Patrimonio Mundial de la Humanidad, está en grave peligro de desaparecer.
Los pueblos españoles no cuentan con el relevo generacional, porque la emigración hacia las ciudades y el descenso de la natalidad, deja a los municipios sin niños.