Inclusión laboral entre fogones gracias a Fundación Repsol

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13/03/2020 - 21:43
14 personas de Valladolid con discapacidad auditiva se forman en un curso de cocina

Lectura fácil

Abrir puertas al mercado laboral es una tarea en la que administración pública, asociaciones y financiadores externos están cada vez más comprometidos.

El compromiso de las organizaciones

  • Dotar a las personas con discapacidad en edad laboral de una cualificación profesional y de las habilidades laborales necesarias para poder acceder en igualdad de oportunidades al mercado de trabajo, mediante la realización de acciones formativas.
  • Promover la creación de empleo para personas con discapacidad, utilizando las diferentes vías y fórmulas existentes en la legislación española.
  • Apoyar la creación de plazas ocupacionales en colaboración con las entidades del movimiento asociativo de personas con discapacidad y sus familias.

En este caso, 14 personas con discapacidad auditiva se han formado como ayudantes de cocina en Valladolid a través de del proyecto “Plas Plas Cocina”,

Según informa la Cámara de Valladolid, se trata de un proyecto innovador promovido por la Federación de Asociaciones de Personas Sordas de Castilla y León y que ha contado con colaboración de la Cámara de Comercio de Valladolid y la financiación de la Fundación Repsol y la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de esta comunidad.

Oportunidades para el empleo

Meritxell, de 45 años, Coque, de 50, y Yolanda, de 33, son tres de los 14 participantes en un curso intensivo accesible para personas con discapacidad auditiva.

Todos ellos pasarán 150 horas en las instalaciones de la Escuela Internacional de Cocina, que depende de la Cámara de Comercio de Valladolid, para aprender tareas básicas como ayudantes en restauración. Sus caras, después de una clase teórica con intérprete de lengua de signos, desprenden ilusión antes de pasar a la parte práctica y, sobre todo, “vocación” por los fogones. Una vocación que se acrecienta en dos casos al contar ya con experiencia laboral previa en algún comedor y en el sector hostelero, según informó El diario de Burgos

Testimonios

Meritxell explica que fue su madre quien la enseñó a cocinar en casa y de ahí nació “una vocación propia”, que ahora se completa al conocer detalles y requisitos distintos para “ojalá poder trabajar en un restaurante con formación en aspectos específicos”, una vez que ya recibió otros cursos de restauración con personas oyentes.

Este aprendizaje con un intérprete es más completo, el ritmo es distinto y se adapta a nosotros incorporando nombres, técnicas de cocina y algunas formas de cortes que desconocía, junto a la prevención de riesgos laborales que es muy importante”, matiza.

Yolanda, es la más joven, que califica de “maravillosa” la experiencia “por lo buena que es la profesora y el ambiente con los compañeros” y añade que aprendió a cocinar con nueve años y no ha parado desde entonces de practicar lo enseñado por su madre y abuela hasta sus actuales 33 años. “Esta formación es magnífica en todos los sentidos. He trabajado en algún bar y restaurante donde me gusta todo, ya sea las labores de fregado de platos o las propias de una cocina. Ojalá pudiera tener una oportunidad de nuevo con ayuda de este curso especializado”, enfatiza.

Coque, el más veterano, realizó otros dos cursos que le permitieron acceder a un contrato de sustitución en el comedor del centro especial de empleo del Grupo Lince, preparando las bandejas de comida. “Espero que ahora, más formado y con una experiencia de aprendizaje que está siendo muy positiva, pueda volver al lugar donde ya estuve, aunque también deberíamos de tener la oportunidad de hacerlo en otro tipo de comedores como los de colegios o residencias”, expone

Mejor, si lo hacemos juntos

Tal y como se ha indicado al inicio del texto, se hace prioritario unir esfuerzos, creatividad e innovación, en este caso para favorecer la inclusión de personas con discapacidad auditiva.

La unión entre la Cámara de Comercio de Valladolid, FAPSCL, Fundación Repsol y la Gerencia de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León, ha permitido cualificar profesionalmente a lo participantes en este proyecto con el fin de romper con las dificultades que a priori existen a la hora de que este colectivo se incorpore al mercado laboral de la hostelería.

Es una iniciativa pionera que pretende impulsar la empleabilidad de personas con discapacidad auditiva, pero que, al mismo tiempo, pueda servir para concienciar de lo necesaria que es la unión entre diferentes tipos de organizaciones para garantizar la accesibilidad, el desarrollo de una profesión y la integración total, así como dar visibilidad al colectivo en la sociedad.


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