El fuego avanza sin control en Gran Canaria

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19/08/2019 - 10:08
Fuego Gran Canaria

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Gran Canaria vuelve a arder. Las condiciones meteorológicas eran perfectas para que el fuego volviera a la isla. Temperaturas rozando los 40 grados, menos de un 30% de humedad y rachas de viento de más de 50 kilómetros por hora.

Con estas condiciones era casi imposible contener el incendio que comenzó el sábado y continúa descontrolado.

Es el tercer fuego en menos de una semana, en un territorio devastado por las llamas

La situación no mejoraría mañana, donde el termómetro no tiene previsto dar tregua a las Canarias y podría tardar hasta tres días en poder ser controlado.

Las llamas, de hasta 50 metros, han arrasado más de 3.400 hectáreas y han llegado al Parque Natural de Pinar de Tamadaba, un paraje de alto valor ecológico declarado Reserva de la Biosfera.

Difícil acceso

Ni los medios aéreos desplazados desde la Península ni los servicios de extinción ni la Unidad de Emergencias del Ejército han logrado hasta el momento frenar el avance del incendio.

El presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, reconoció este domingo la incapacidad para estabilizarlo antes de que entrara en el Parque Natural.

«Será muy difícil que no llegue al pinar de Tamadaba y eso nos afecta anímicamente», dijo el presidente insular.

Lo prioritario fue en todo momento no poner en peligro vidas humanas

Unas 8.000 personas han sido evacuadas ya de poblaciones de la cumbre y el norte de Gran Canaria como consecuencia del incendio forestal que se declaró el sábado en un barranco del municipio de Valleseco.

Salvo por algunas casas aisladas, la única población que alberga el paraje de Tamadaba es la de El Risco (unos 230 habitantes) y Guayedra (menos de una decena).

Su belleza escarpada contrasta con el verdor de uno de los pinares naturales mejor conservados de Gran Canaria, un pulmón que favorece la captación de agua en la zona. Además, determinadas especies de aves endémicas y amenazadas encuentran en los pinares áreas idóneas de nidificación.

La Guardia Civil también ayudó a propietarios de animales de labranza a proteger su ganado para evitar su muerte por el humo. Las dimensiones del humo están complicando la extinción desde el aire. El piloto de hidroaviones Javier Gimeno explicó que los hidroaviones cargan en el Puerto de Las Palmas y echan el agua en la cumbre para que los medios de tierra puedan llegar.

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