
Lectura fácil
Aunque a simple vista la Fuente de Cibeles parece encontrarse en buen estado, un estudio técnico reciente ha revelado la necesidad de una restauración profunda. Grietas, suciedad incrustada y corrosión en elementos internos obligan a una intervención que comenzará en junio de 2026. El Ayuntamiento de Madrid invertirá más de 350.000 euros para preservar uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
La Fuente de Cibeles será restaurada en 2026 tras detectarse varios daños
Aunque su apariencia externa pueda parecer inalterada, la Fuente de Cibeles, uno de los grandes símbolos de Madrid, necesita una restauración profunda. A raíz de una revisión técnica reciente, se han identificado diversos problemas que afectan tanto a su estructura como a su superficie, incluyendo suciedad incrustada, grietas y procesos de corrosión en elementos metálicos internos.
Esta situación ha llevado al Ayuntamiento a planificar una intervención que tendrá lugar entre los meses de junio y octubre de 2026.
Según explicó Marta Rivera de la Cruz, delegada de Cultura, "la Cibeles es mucho más que un monumento: es un símbolo de la ciudad. Tenemos la responsabilidad de conservarla en condiciones óptimas para las generaciones futuras".
El proyecto contempla una inversión que supera los 350.000 euros, destinados a cubrir tanto la elaboración del plan técnico como la ejecución de los trabajos y su supervisión. Durante los cinco meses de intervención, se realizarán tareas de limpieza especializada, consolidación de materiales, sellado de fisuras y tratamiento de los sistemas de canalización para evitar pérdidas de agua.
No obstante, los responsables del área de conservación han aclarado que, a pesar de los daños detectados, la fuente no corre peligro estructural. Victoria Sandstede, jefa del servicio de conservación preventiva, afirmó que los deterioros no son graves, pero sí lo suficientemente relevantes como para justificar una intervención preventiva.
Estudios pioneros para conocer mejor el monumento
Durante catorce semanas, un equipo multidisciplinar compuesto por arquitectos, restauradores, historiadores y científicos ha estudiado el estado de conservación del conjunto escultórico. Gracias a estos trabajos, se ha reunido la información más completa jamás obtenida sobre la fuente.
Uno de los problemas principales identificados es la reaparición de una grieta en uno de los mascarones decorativos del carro, que ya había sido sellada en una restauración anterior pero que ha vuelto a abrirse, provocando filtraciones y oxidación interna.
Además de los daños estructurales, se han detectado colonizaciones biológicas, como algas, musgos y líquenes, especialmente en las zonas con contacto constante con el agua. Para eliminar estos organismos sin dañar el mármol de la fuente, se han probado varias técnicas, como láser, vapor de agua y microherramientas adaptadas a cada superficie.
También se abordará la presencia de una pátina blanca visible sobre la piedra, provocada por procesos de carbonatación. Aunque inicialmente generó alarma, se ha confirmado que no representa un riesgo y podrá eliminarse sin dificultad durante la limpieza general.
Posible lona publicitaria y apertura al público
Para facilitar los trabajos, se instalarán andamios cubiertos con una lona técnica que podría, eventualmente, contener publicidad. Rivera de la Cruz indicó que algunas empresas ya han mostrado interés, como ocurrió con la restauración de Neptuno, que se financió en parte con patrocinios.
Respecto a la posibilidad de abrir la restauración al público, como en otros proyectos culturales, se ha reconocido el interés, aunque su ubicación en una glorieta muy transitada podría dificultarlo. Aun así, el equipo técnico está evaluando opciones para hacer viable algún tipo de visita controlada de la fuente.
Añadir nuevo comentario