El hambre en el mundo sigue siendo un problema sin resolver, con 783 millones de personas que sufren. Aunque se ha frenado su crecimiento en 2022, la pandemia y conflictos han empeorado la situación.
El cuerpo necesita más calorías en invierno, lo que aumenta el apetito. En verano, el calor suprime el apetito. Come alimentos frescos y ligeros como ensaladas y frutas.
A mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el hambre aumenta debido a pandemias, conflictos y eventos climáticos. Los pequeños agricultores son los más afectados.
La ciencia ha explicado porqué nuestro estómago ruge cuando tiene hambre y también ha saber diferenciarlo de este ruido normal a otros que podrían estar relacionados con dolencias.