En las grandes empresas de moda se suele utilizar el poliéster, uno de los tejidos más demandados y que mayor contaminación posee para los entornos ambientales.
Encontrarse chicles pegados en las aceras ya es algo muy común, algo que termina suponiendo un problema estético, pero también ambiental. La goma de mascar se ha convertido en el segundo residuo más común y dañino, junto a las colillas.