Canadá está viviendo una ola de calor muy extrema, tanto así que la Organización Meteorológica Mundial de la ONU, la ha calificado como excepcional y peligrosa.
Millones de vidas pueden salvarse si las políticas climáticas ponen el ojo en la salud, porque cambiando el tipo de alimentación, ofreciendo una mejor calidad del aire y tomando medidas adecuadas, se puede revertir la situación.