Los mamíferos marinos del Ártico se mueren. El deshielo propaga un virus mortal

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12/11/2019 - 12:47
mamíferos marinos

Lectura fácil

El virus mortal para los mamíferos marinos en el Pacífico Norte, abre camino a la transmisión de enfermedades entre Leones marinos, focas y nutrias.

Y esto surge a causa de la pérdida de hielo marino. Así lo asegura un estudio liderado por la Universidad de California en Davis, EEUU, y publicado en la revista Scientific Reports.

El virus del moquillo focino, es un patógeno que mata a miles de focas de puerto europeas en el Atlántico Norte en 2002.

Este virus que mata a muchos animales marinos fue identificado al norte de Alaska en 2004

Se identificó primeramente en nutrias marinas del Norte de Alaska en 2004. Esta situación generó dudas sobre cuándo y cómo les llegó el virus.

Este estudio abarca 15 años y destaca que la modificación radical del hielo marino ha podido abrir caminos para el contacto entre focas árticas y subárticas, cosa que antes era inimaginable.

Este factor ha permitido la proliferación del virus en el Pacífico Norte, atacando así a muchos mamíferos marinos más.

"La pérdida de hielo marino está llevando a la fauna marina a buscar y forrajear en nuevos hábitats y eliminar esa barrera física, permitiendo nuevas vías para que se muevan", apunta Tracey Goldstein, de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de California en Davis.

Además apunta que a medida que los mamíferos marinos se van desplazando, entrando en contacto con otras especies, se introducen y transmiten nuevas enfermedades infecciosas.

Los impactos son potencialmente devastadores

Los científicos tomaron muestras de mamíferos marinos que habían sido infectados por el virus entre el periodo del 2001 al 2016.

Focas de hielo, lobos marinos del norte, leones marinos de Steller y nutrias marinas del norte desde el sudeste de Alaska hasta Rusia a lo largo de las islas Aleutianas y los mares Bering, Chukchi y Beaufort, fueron las investigadas.

Se evaluó el hielo del océano Ártico y las rutas de aguas abiertas desde el Atlántico Norte hasta el Pacífico Norte.

Los datos de telemetría satelital ayudaron a los investigadores a vincular el movimiento de los animales y los datos de los factores de riesgo.

De esta forma se pudo demostrar que los animales expuestos tienen el potencial de transportar a largas distancias el virus del moquillo focino.

Los datos de la infección coincidieron con el deshielo

Se identificó la infección generalizada y la exposición al virus de los mamíferos marinos que coincidía con reducciones en la extensión del hielo marino del Ártico.

Conforme el hielo va derritiéndose es mucho más fácil que el virus y otros patógenos se crucen entre los mamíferos marinos del Atlántico y el Pacífico Norte.

"Este estudio destaca la necesidad de comprender la transmisión de PDV y el potencial de brotes en especies sensibles dentro de este entorno que cambia rápidamente", concluía Elizabeth VanWormer.

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