Las hembras de macaco hacen lo mismo que los seres humanos respecto a sus amistades, que las van reduciendo cuando van cumpliendo años para centrarse en la familia y en un grupo reducido de amigos.
Según la Fundación Oso Pardo, gracias al esfuerzo de coordinación de las organizaciones de defensa de la naturaleza y las instituciones, esta especie ha conseguido abandonar el peligro de extinción.
La actividad humana está acabando con los ecosistemas de los grandes mamíferos que pueblan nuestro planeta. Así se enfrentan estos animales a la devastación.