Acabar con el matrimonio infantil en la zona Asia-Pacífico es un reto que se ha distanciado mucho por culpa de la pandemia, que ha acabado por darle la vuelta y empeorar el buen camino que se llevaba.
El matrimonio infantil niega a una niña su libertad de elección, su futuro, su educación y sus sueños. 22 niñas por minuto se ven afectadas en todo el mundo y la Covid-19 pone en riesgo a millones más.
Las principales vulneraciones que sufren las mujeres incluyen la violación, la esterilización forzada, las pruebas de virginidad, la mutilación genital femenina o el matrimonio infantil entre otros.