Consiguiendo un compromiso global sobre los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y niñas con discapacidad, estamos dando pasos hacia un mundo justo e igualitario.
Las mujeres y niñas con discapacidad han sido excluidas de la agenda política, lo que incluye no tenerlas en cuenta en registros estadísticos públicos y oficiales.
Las mujeres y niñas con discapacidad sufren de primera mano las consecuencias del conflicto y muchas asociaciones y entidades sociales se vuelcan con el propósito de aportar su granito de arena.