En España, muchas personas siguen creyendo en supersticiones, como tocar madera o llevar amuletos. Aunque la sociedad avanza, estas creencias siguen presentes.
Los móviles y las pantallas ya son parte de la vida de nuestros hijos. Prohibir no siempre funciona. En lugar de castigar o controlar, es mejor acompañar con empatía y guiar con herramientas reales.
En las ciudades donde el crecimiento urbano se combina con un parque de viviendas envejecido, las reformas se convierten en una herramienta estratégica. Zaragoza, con barrios que conservan un importante valor arquitectónico pero presentan carencias estructurales, es un claro ejemplo de esta tendencia.