El cuerpo nos envía señales constantes, como el agotamiento, que indican la necesidad de descanso. Ignorar estas señales puede afectar nuestra salud física y emocional.
La SEN estima que al menos un 28 % de los afectados están sin diagnosticar y hasta un 25 % de los pacientes diagnosticados tienen en realidad otra enfermedad.
Cada vez son más los estudios que nos muestran el papel del ejercicio físico, no solo como protector de la salud, sino como protector frente al deterioro cognitivo.