La concienciación en torno a la necesidad de proteger el medio ambiente cada vez es mayor. Una de las mejores maneras de hacerlo es reduciendo los residuos que generamos y reciclando o reutilizando todos aquellos materiales u objetos que sea posible.
Esta técnica nació en 1989 en el Ayuntamiento de Berkeley, en California, que inició una campaña para animar a los consumidores a comprar alimentos envueltos en materiales biodegradables o reciclables.
La UE indica que un 41,5 % de los residuos de envases de plástico se reciclaron en 2018 y siete países superaron el umbral del 50 % de los envases generados.
El plástico reciclado y el plástico reciclable no son lo mismo. Aunque sean del mismo material, en parte, el proceso de elaboración y eliminación los diferencian.