Los fallecidos que el coronavirus ha dejado en las aproximadamente 5.457 residencias de ancianos españolas ya ha superado las 22.000 personas desde marzo.
Los primeros en vacunarse deberían ser sanitarios y trabajadores de residencias, por estar en contacto directo con pacientes y con personas de riesgo, según apuntan los expertos.
Diferentes especialistas en materia de discapacidad y personas mayores han informado que las consecuencias de la pandemia por COVID-19 han agravado la soledad no deseada de las personas mayores con discapacidad.
El registro tendría como objeto la inhabilitación para trabajar con personas dependientes y, en caso de estudiantes en prácticas profesionales, que sean expulsados de los centros educativos correspondientes.