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Madrid, 27 jun (EFE).- La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha defendido hoy en el Congreso la seguridad "legal y técnica" de la presa de Yesa (entre Navarra y Zaragoza), así como la utilidad de esta infraestructura hidráulica para prevenir inundaciones aguas abajo del río Ebro.
Ribera ha señalado que el recrecimiento de la presa de Yesa está "casi" terminado tras veinte años de obras, pero ha subrayado que la cota de la presa no llegará a los 521 metros previstos en el proyecto inicial sino que se quedará en los 511 recomendados en la Declaración de Impacto Ambiental elaborada en el año 2010.
La ministra responsable de Medio Ambiente, quien se estrenó hoy en la tribuna de oradores del Congreso, respondió una interpelación del diputado de Unidos Podemos Pedro Arrojo sobre los problemas geotécnicos y de seguridad en el recrecimiento de esta presa.
Pedro Arrojo señaló que ésta ha sido desde sus inicios una obra "particularmente conflictiva" y ha recordado los informes del Tribunal de Cuentas que pusieron de relieve que el coste de la misma se ha triplicado con respecto a las cantidades previstas inicialmente (el importe final superará los 400 millones de euros).
Pero a su juicio, el hecho de que el coste de esta obra se haya triplicado "es lo menos; lo de más es el riesgo para la población", se ha referido a los deslizamientos de tierras que ya se han registrado y ha aseverado que los riesgos de esta infraestructura hidráulica están ya "científicamente comprobados".
La ministra para la Transición Ecológica ha reconocido que se trata de una obra sobre la que hay ya un margen de actuación "limitado", pero ha insistido en que los informes avalan la seguridad de la infraestructura.
Teresa Ribera ha asegurado que Yesa ha demostrado ya en varios episodios de fuertes lluvias la capacidad que tiene de paliar los efectos de las avenidas del río Ebro agua abajo, y ha reconocido que la obra experimentó un "vuelco" muy importante después de que se produjeran deslizamientos de tierras en el año 2013 y se tuvieran que acometer obras de emergencia para estabilizar las laderas.
Ribera se ha comprometido a reabrir el diálogo con todas las instituciones, ayuntamientos y organizaciones sociales implicados o afectados por esta obra y a aplicar el principio de precaución no sólo en el tramo final de las obras, también en la gestión futura de la infraestructura.
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