El aumento del ruido en verano, especialmente en España, uno de los países más ruidosos del mundo, supone una barrera para las personas mayores con pérdida auditiva.
Un estudio reciente de la Universidad de Londres encontró que las personas que viven cerca de aeropuertos y están expuestas a altos niveles de ruido de aviones.
Los ruidos provocados por los seres humanos, como el tráfico de vehículos, pueden enmascarar el impacto positivo de los paisajes sonoros de la naturaleza en el estrés y la ansiedad de las personas.
El trabajo desde el hogar no tiene porque ser ruidoso y lleno de distracciones sino todo lo contrario, por ello debemos crear espacios que nos brinden la productividad y concentración que la vida laboral conlleva.