Meta ha desarrollado una pulsera que permite controlar ordenadores mediante gestos de la mano. El dispositivo se coloca en la muñeca y detecta las señales eléctricas de los músculos para traducirlas en comandos digitales.
El avance digital ha creado muchas oportunidades, pero también ha aumentado los delitos informáticos como phishing, ransomware y suplantación de identidad.